"Si Occidente de verdad quiere tener éxito en la lucha contra el Estado Islámico, debe buscar la ayuda de Rusia, China y la India", ha asegurado el expresidente Karzai, que gobernó Afganistán desde 2001 hasta el 2014.
Aunque la intervención de EE.UU. derrocó al Gobierno de los talibanes en Afganistán en 2001, el problema del terrorismo no ha desaparecido en el país asiático, donde la creciente influencia del Estado Islámico exige la colaboración internacional contra esa amenaza, cree Karzai.
"El terrorismo no ha desaparecido, la influencia de ideologías redicales y extremistas solo ha aumentado y la violencia sigue siendo parte de la vida cotidiana. Al evaluar la situación en muchos ámbitos, se puede hablar de éxito, pero es obvio que la lucha contra el terrorismo y el extremismo ha fracasado", afirmó el expresidente durante el Foro Mediático Euroasiático que tuvo lugar en Kazajistán del 20 al 23 de abril.
En una entrevista concedida al portal lenta.ru, Karzai señaló que el Estado Islámico es una organización absolutamente ajena a Afganistán. "Ha llegado desde fuera y está luchando por metas que no tienen nada en común con los intereses ni de Afganistán ni de la región. Por lo tanto todos –Rusia, China y los países centroasiáticos– debemos combatir contra la amenaza que supone", aseguró el exmandatario.
Asimismo, Karzai subrayó que hay que desarrollar una campaña eficaz contra el radicalismo y el extremismo.
El expresidente no excluye del diálogo político en Afganistán a los talibanes, que siguen luchando por el poder. "Aunque esa organización nos ha traído muchos problemas, son afganos los que están en sus filas, y para toda la población afgana no hay otra salida que empezar un diálogo sobre la paz. Es indispensable", acentuó.
"Estamos dispuestos a ofrecerles un papel considerable. Son afganos y les llamamos a que se deshagan de la influencia extranjera, ayuden y no hagan daño a su país", agregó.