La disputa territorial en la que están involucrados varios países en el mar de la China Meridional no tiene como objeto las reservas de petróleo y gas existentes en la zona, sostiene el analista en seguridad energética Jeremy Maxie en un artículo publicado en la revista 'Forbes'.
"Con demasiada frecuencia la disputa en esa región del planeta se presenta como una contienda militarizada por el acceso y control sobre una cantidad incalculable de crudo y gas que se cree yacen bajo el lecho marino. La disputa por esos recursos energéticos es solo un componente más", señala el analista.
Según la Agencia de Información de Energía de EE.UU. (EIA) en esa región puede albergar reservas para 11.000 millones de barriles de petróleo y 190 billones de pies cúbicos de gas natural. Sin embargo, Maxie subraya que de ese volumen solo un 50% es extraíble en las condiciones económicas y tecnológicas existentes.
El informe de la EIA estima las reservas de Vietnam en 3.000 millones de barriles de crudo y 20 billones de pies cúbicos de gas natural, mientras que las de China ascienden a 1.300 millones de barriles de petróleo y 15 billones de pies cúbicos de gas natural. El volumen existente en Filipinas es tan solo de 200 millones de barriles de crudo y 4 billones de pies cúbicos de gas natural. A Malasia corresponde la mayor cuota, con 5.000 millones de barriles de crudo y 80 billones de pies cúbicos de gas natural, mientras que Indonesia posee 55 billones de pies cúbicos de gas natural, pero solo 300 millones de barriles de petróleo.
¿Es verdaderamente el gas y el crudo lo que ambiciona Pekín?
"Para poner las cosas en perspectiva, el petróleo recuperable (5.000-6.000 millones de barriles) en todo el mar de la China Meridional cubriría menos de dos años de la demanda de petróleo de Pekín y poco más de dos años de las importaciones petroleras del gigante asiático. En 2015, la demanda de petróleo de China promedió 10,32 millones de barriles por día, mientras que las importaciones petroleras fueron de 6,74 millones de barriles diarios. Esto demuestra que las reivindicaciones de Pekín en términos de seguridad energética de petróleo son tenues", explica Maxie.
Por otra parte, el año pasado la demanda de gas del gigante asiático fue de aproximadamente 6,78 billones de pies cúbicos. Por lo tanto, la totalidad de las reservas de gas en el mar de la China Meridional (190 billones de pies cúbicos) es suficiente para cubrir teóricamente 28 años de demanda de gas por parte de China y 91 años de importaciones.
La mayor parte del gas en la zona se encuentra en campos de aguas profundas, las cuales son tecnológicamente más difíciles y costosas de explotar. El gas extraído en las zonas en disputa reclamadas por China pero situadas cerca de Vietnam o Filipinas tendría que ser distribuido a través de gasoductos a Vietnam o Filipinas para ser vendido en el mercado local o convertido a gas natural licuado para la exportación. Tales medidas son políticamente inconcebibles en el entorno geopolítico actual, sostiene el experto.
Un instrumento para alcanzar objetivos geopolíticos
"Estas consideraciones comerciales, tecnológicas y logísticas indican que la disputa territorial en el mar de la China Meridional no está impulsada por recursos energéticos como principal objetivo. Por el contrario, la pugna de estos recursos es un medio para un fin, un instrumento para poder afirmar la soberanía territorial con fines geopolíticos y estratégicos", argumenta el autor del artículo.
Según Maxie, otra muestra de ello es que las reclamaciones más beligerantes de China se dirigen hacia Vietnam y Filipinas, y no hacia Malasia e Indonesia, que cuentan con la mayor parte de los recursos marinos de petróleo y gas. "La explotación de los recursos energéticos marítimos no es la prioridad estratégica de Pekín", subraya.
Si bien los recursos de petróleo y gas en alta mar son importantes fuentes de suministros muy necesarios para Vietnam y Filipinas, no lo son tanto para Pekín, para el que el mar de la China Meridional es una ruta de navegación vital. En la actualidad, alrededor del 50% del tráfico de buques cisterna de petróleo del mundo se estima que fluyen a través de este mar. Para el año 2035, se espera que el 90% de las exportaciones de combustibles fósiles desde Oriente Medio hacia Asia Oriental pasen precisamente por esas aguas, concluye el analista.