El mayor proyecto de inversión pública en el ámbito naval de la historia de Australia, valorado en unos 50.000 millones de dólares australianos (38.570 millones de dólares estadounidenses), ha sido adjudicado a una empresa francesa, el grupo Direction des Constructions Navales Services (DCNS), que construirá 12 submarinos para reemplazar y duplicar el volumen de la flota de submarinos de la Armada Real (6 submarinos de la clase Collins), informa el diario 'The Australian'.
"La recomendación del competitivo proceso de evaluación del panel, del departamento de defensa, de los expertos que lo supervisaron, fue que inequívocamente la oferta francesa representa las capacidades que mejor pueden satisfacer las necesidades únicas de Australia", ha declarado el primer ministro Malcolm Turnbull. Asimismo, la alemana ThyssenKrupp Marine Systems y la japonesa Mitsubishi Heavy Industries Tres presentaron sus ofertas para hacerse con el contrato.
Turnbull afirma que "estos submarinos serán los buques de guerra más sofisticados que se están construyendo en el mundo" e hizo hincapié en que el nuevo contrato dará lugar a más puestos de trabajo (al menos 2.800), ya que las naves serán construidas en el astillero de ASC en la ciudad de Adelaida (al sur del país). "Serán fabricados en Australia, con empleos australianos, con acero australiano, aquí mismo en donde estamos, añade.
El proyecto ganador, bautizado como Shortfin Barracuda, propone una versión diésel-eléctrica de 4.500 toneladas del submarino de propulsión nuclear Barracuda de 4.700 toneladas. "Aunque los detalles exactos son confidenciales, DCNS puede confirmar que el Shortfin Barracuda tiene más de 90 metros de eslora y desplaza más de 4.000 toneladas cuando se sumerge", ha revelado Sean Costello, director ejecutivo de DCNS Australia, añadiendo que se prevé que este nuevo submarino permanezca en servicio hasta la década de 2060.