El megaproyecto ferroviario chino para unir Perú con Brasil genera un gran interés
El proyecto del Gobierno chino para construir un ferrocarril bioceánico que una las costas este y oeste de Sudamérica ha despertado el interés de diversas compañías, cuyos representantes han participado en una reunión integradora regional en el oeste de Brasil, informó la cadena china CCTV.
Esta iniciativa se encuentra en fase de análisis de viabilidad y China planea unirse a las inspecciones del terreno que llevan a cabo los expertos de esos países latinoamericanos.
El gerente general de la división brasileña de China Railway Eryuan Engineering Group Company, Hou Honglin, ha asegurado que "los promotores del proyecto en Brasil y Perú han proporcionando sus recomendaciones, que nos ayudarán a modificar nuestro informe a medio plazo", ha indicado que "posteriormente, enviaremos a nuestros expertos a esos países para conocernos en persona" y ha confirmado que "tras realizar las licitaciones, trabajaremos sobre un informe final".
Esta ruta transcontinental atravesará Mato Grosso, el estado de Brasil que más soja cultiva, con lo cual el ferrocarril facilitará las exportaciones de este producto a través de los puertos del Pacífico y del Atlántico. Además, vinculará Campinorte —en la costa brasileña— con un puerto peruano e impulsará el transporte de otros productos agrícolas y recurosos minerales... cuyo mayor comprador es China.
La infraestructura transcontinental disminuirá los tiempos de los intercambios comerciales y evitará que las materias primas sudamericanas tengan que llegar hasta el canal de Panamá, desde donde necesitan alrededor de 30 días de navegación para arribar al país asiático.
"En estos momentos los costes de transporte son muy altos" pero, una vez que exista un ferrocarril que vincule el Atlántico con el Pacífico, "se recortarán mucho", ha indicado Cid Ricardo, un coordinador de Bom Futuro, uno de los mayores grupos agrícolas de Brasil.
La ruta planeada tendrá un recorrido de más de 5.000 kilómetros, atravesará el Amazonas y los Andes —donde transitará a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar— y requerirá un presupuesto de 50.000 millones de dólares, aunque el análisis sobre la viabilidad de su construcción deberá estar completo este mayo.
Además de Brasil y Perú, otros países sudamericanos que se podrían beneficiar del proyecto son Bolivia y Chile.