La expansión del grupo terrorista Estado Islámico es el reto principal a la estabilidad internacional y mientras no sea eliminado nadie en el mundo se sentirá seguro, afirmó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
"El caos que ha envuelto a Irak, Libia y Siria ha generado una amenaza terrorista sin precedentes en escala, personificada por el Estado Islámico", dijo Lavrov durante una reunión de la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en Asia, celebrada en Pekín.
El canciller ruso, citado por RIA Novosti, advirtió de que la "situación en Oriente Medio está al borde del desmoronamiento del mapa político de la región".
En su opinión, los responsables están detrás de los esfuerzos de exportar la democracia y derrocar a los gobiernos indeseados, algo que provoca cismas en el mundo musulmán.
Subrayó que Rusia es firme y consistente en su lucha contra el terrorismo y aseguró que es imposible resolver el problema a solas.
Además, acentuó que Moscú llama a ejercer la presión sobre los Estados que violan las resoluciones del Consejo de Seguridad y siguen financiando al EI.
"Al mismo tiempo no se puede hacer frente de manera eficaz a los terroristas si son divididos en 'moderados' y 'radicales', amigos y enemigos, buenos y malos. Ni tampoco si se trata de manipular a grupos extremistas para conseguir ciertos objetivos políticos", aseguró.