Un equipo internacional de arqueólogos ha descubierto un geoglifo de 30 metros de longitud y entre 2.000 y 2.500 años de antigüedad en el desierto de Nazca (Perú). Este diseño, que podría representar a un animal, se encuentra en la Pampa de Majuelos, en el departamento de Ica y a alrededor de 12 kilómetros del lugar donde se encuentran las líneas reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, informa la revista 'National Geographic'.
Al parecer, la parte izquierda de la nueva figura representa una cabeza con una lengua larga, mientras que la parte derecha, que tiene manchas y salientes, podría corresponder al cuerpo y las patas. "El diseño de la figura no parece ser de tipo realista, sino imaginario", ha explicado el arqueólogo Masato Sakai, de la Universidad de Yamagata (Japón), quien ha realizado el descubrimiento junto a su colega peruano Jorge Olano.
Asimismo, Sakai ha indicado que quienes construyeron este geoglifo extrajeron piedras y las acumularon para formar un bajorrelieve, una técnica característica "de la fase Paracas Tardío".