Los cientos de personas que llegaron este lunes a las inmediaciones de la Casa de los Sindicatos de Odesa, Ucrania, para depositar flores en memoria de las víctimas de la masacre ocurrida allí hace dos años, se encontraron con que la Policía les impedía el paso a la plaza Campo de Kulikovo, donde fue hallado un explosivo, según informa Interfax.
Las fuerzas del orden encontraron un artefacto presuntamente explosivo en la plaza junto a un coche de carga, instalado por un hombre de 20 años que fue arrestado, informa RIA Novosti. LA Policía confirmó horas después que no se trataba de una bomba.
La Policía también encontró tres granadas ocultas en un cruce peatonal subterráneo cerca de la estación de tren de Odesa. Asimismo, arrestó a otro hombre con una bomba que pretendía pasar los controles de seguridad para llegar al lugar de la concentración.
2 años de impunidad
El 2 de mayo de 2014 Odesa fue escenario de una tragedia que dejó 48 muertos y unos 250 heridos, cuando grupo de nacionalistas incendió un campamento de manifestantes y luego prendieron fuego a la Casa de los Sindicatos, en cuyo interior quedaron atrapados activistas en contra del Gobierno de Kiev.
Hoy, cuando se cumplen dos años de la masacre, ninguno de los responsables del crimen ha sido identificado.
El exprimer ministro de Ucrania, Nikolái Azarov, señaló que las autoridades de Ucrania están ocultando la verdad sobre la tragedia en Odesa, mientras que Alemania, Francia, Gran Bretaña y EE.UU. ignoran este hecho, informa RIA Novosti.
"Está claro que el régimen de Kiev está haciendo todo lo posible para ocultar a la población ucraniana y a toda la comunidad mundial la verdad sobre la tragedia de escala planetaria. Pero no está claro por qué los gobiernos de EE.UU., Alemania, Francia, Gran Bretaña y otros países que se llaman a sí mismos civilizados y democráticos, no dicen nada acerca de este crimen", denunció Azarov a través de su página en Facebook.
"Lo que me conmocionó profundamente fue el ánimo de las personas que mataban. Todo el rato, mientras quemaban el edificio, mientras remataban a la gente, estaba ese bullicio como si alguna fuerza escapara del infierno y gravitara sobre la ciudad, eso aún no se borra de mi memoria. […] Vimos cómo la gente saltaba por las ventanas y caía al suelo, y algunos de los que estaban fuera gritaban 'Gloria Ucrania' mientras remataban a los heridos rompiéndoles la cabeza", recuerda uno de los supervivientes de la tragedia, Ígor Nemodruk.
"De qué investigación se puede hablar, si el presidente del Consejo de Seguridad Nacional en aquel momento conocía personalmente a los implicados en el caso. Si de verdad quisiera hacerlo, podría haber concluido la investigación en dos meses como máximo y presentar todo ante el tribunal. Es casi imposible que ahora haya una autentica investigación. Es como si alguien pidiera a Hitler o a Himmler que investigara los crímenes de Auschwitz y Buchenwald", añade Nemodruk.