La lluvia comenzó el pasado 19 de abril y se prolongará hasta finales de mayo, pero hoy es la noche de su gran esplendor con el mayor número de estrellas fugaces que pueden ser observadas a simple vista.
Las Eta Acuaridas ―partículas procedentes de la cola del famoso cometa Halley― son sobre todo observables desde el hemisferio sur del planeta y las zonas cercanas al ecuador.
Se trata de una lluvia compuesta a partir de meteoros muy veloces que entran en la atmósfera a una velocidad de entre 60 y 70 kilómetros por segundo desde la constelación de Acuario. Además de ser rápidos, dichos meteoros son también muy brillantes: su movimiento deja una larga estela, hecho que resulta en un fenómeno muy vistoso.
Para observar el fenómeno, que ocurre dos veces al año, en mayo y octubre, se recomienda alejarse de la contaminación lumínica de las ciudades y escoger un lugar oscuro y despejado.