Con una votación de 15 a favor y 5 en contra, la comisión dio el visto bueno al informe presentado por Anastasia, tras lo cual el texto será puesto a consideración del pleno de la Cámara Alta, que decidirá si se continúa con el proceso de destitución de la mandataria brasilera.
Si la mayoría simple de los 81 senadores del pleno decide instaurar el 'impeachment', Rousseff será apartada del cargo durante 180 días hasta tener un veredicto final. Durante este tiempo, sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer que ya ha comenzado a articular la composición del gobierno que podría asumir.
La presidenta por su parte ha reiterado que un juicio en su contra no puede llevarse a cabo solo por un recelo político de la derecha de ir en contra de los 54 millones de ciudadanos que votaron a su favor.
Durante la sesión, que inició a las 10:00 hora local (13:00 GMT), además de Anastasia, y del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), los líderes de otros partidos políticos y de los distintos bloques tuvieron el derecho a la palabra durante cinco minutos dar su opinión sobre cuál debía ser el voto.
Principal impulsor del juicio es suspendido
Este jueves fue suspendido provisionalmente de su cargo Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, y principal promotor del 'impeachment' de Rousseff.
El magistrado Teori Zavascki, del Tribunal Supremo de Brasil, aprobó una medida preliminar presentada por la Fiscalía, que pedía la suspensión de Cunha de su cargo como diputado y, por consiguiente, como cabeza de la Cámara Baja por haber presuntamente dificultado las investigaciones de la trama de corrupción de Petrobras, informó 'Folha de São Paulo'.
El 'impeachment' a Dilma Rousseff
El proceso de destitución en contra de la actual mandataria brasileña se lleva a cabo desde diciembre de 2015. Se la acusa de falta de respeto a la ley de presupuesto, faltas administrativas y de presuntos actos de corrupción en la empresa Petrobras. Además, Rousseff es acusada de utilizar dinero de los grandes bancos brasileños para cubrir brechas presupuestarias que dañaron la credibilidad de Brasil.
Durante el proceso, la presidenta ha recibido el apoyo multitudinario de sus simpatizantes y partidarios políticos.
Alberto Broch, presidente de la Confederación Nacional de Agricultura de Brasil, considera que "los sectores de la burguesía" de su país han orquestado de manera paulatina el proceso de destitución de la presidenta Rousseff.