Este 8 de mayo el mandatario ruso felicitó con motivo del Día de la Victoria a los líderes de los países de Azerbaiyán, Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Moldavia, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán, de Abjasia y Osetia del Sur, así como a los ciudadanos de Ucrania y Georgia.
En su felicitación, Vladímir Putin hizo un llamamiento a evitar "la revisión de la historia común y la repetición de los errores del pasado", informa el Kremlin. "Nuestro deber común es preservar cuidadosamente la memoria sagrada de los caídos en la Gran Guerra Patria y cuidar plenamente a los veteranos", dijo.
El presidente ruso calificó el Día de la Victoria de "fiesta sagrada" que -dijo- simboliza "el heroísmo y la unión de los pueblos que defendieron a su patria en sangrientos combates y salvaron al mundo del fascismo".
Putin también tuvo palabras de agradecimiento para todos los veteranos de guerra de estos países, y para todos civiles que lo dieron todo para abastecer los frentes, deseándoles buena salud y larga vida.
Los estadounidenses creen que ellos vencieron a Hitler
En EE.UU. la Segunda Guerra Mundial es recordada como una victoria para los norteamericanos, quienes consideran que el Ejército Rojo actuó "más o menos como un ayudante", escribe 'The Washington Post' .
Sin embargo, el aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi pasa casi desapercibido en ese país, mientras que en Rusia sigue siendo una gran festividad celebrada a lo largo y ancho del país, pues no hay casi ninguna familia que no se viera afectada por la guerra.
"Si le preguntas a cualquier ruso sobre la experiencia de su familia durante la Segunda Guerra Mundial, casi invariablemente la respuesta será la siguiente: sufrimiento y servicio a la patria en el campo de batalla", señala el periódico.