Estados Unidos instaló en 1941 una base aérea llamada Bluie East Two en Groenlandia, durante la Segunda Guerra Mundial para defender la isla de una posible invasión alemana. Pese a que en 1947 fue abandonada, miles de barriles llenos de combustible y otros restos siguen contaminando la isla más grande del mundo, publica el portal Motherboard.
El fotógrafo Ken Bower, de Nueva York, viajó a la isla y tomó impactantes instantáneas de los restos de la base con los pintorescos paisajes de Groenlandia de fondo.
Hasta la fecha, no ha habido esfuerzos para limpiar la base, según Bower, aunque la Guardia Costera de Estados Unidos viajó a la región en 2013 para buscar un avión que desapareció durante la guerra.