La controversia sobre un misil iraní deja a EE.UU. perplejo
El ministro de Defensa de Irán, el general de brigada Hosein Dehqán, ha negado que su país haya probado "ningún misil con alcance de 2.000 kilómetros y márgen de error de ocho metros", pero ha agregado que su país no cesará de desarrollar su programa armamentístico ni de incrementar sus capacidades de defensa, según ha publicado la agencia iraní Fars.
En cambio, la agencia Tasnim cita al general de brigada Ali Abdollahi, quien ha asegurado que hace dos semanas Irán comprobó con éxito el funcionamiento de un misil guiado de alta precisión con 2.000 kilómetros de alcance.
Ante estas informaciones contradictorias, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, ha declarado en una rueda de prensa que "aún intentamos conocer exactamente qué ocurrió", mientras que la vocera del Departamento de Estado, Elizabeth Trudeau, ha expresado que a Estados Unidos le preocupa la conducta "provocadora y desestabilizadora" de Irán.
En marzo, Teherán ensayó con misiles balísticos de corto y medio alcance y provocó una reacción internacional, que se centró en su capacidad potencial para atacar a Israel. Sin embargo, ningún país proporcionó evidencias de que esos proyectiles estuvieran diseñados para llevar ojivas nucleares, algo que violaría la resolución de la ONU. Además, en octubre Irán ensayó con un nuevo misil guiado de largo alcance.
Aunque las pruebas de misiles balísticos encajan en el acuerdo nuclear internacional con Irán, Occidente presiona a su Gobierno para que les ponga freno. Por su parte, Teherán insiste en que no posee armas no convencionales.