Moscú se ha opuesto durante décadas a los planes de EE.UU. de desplegar su escudo antimisiles cerca de las fronteras rusas. Washington asegura que el sistema no amenaza la seguridad rusa, pero Moscú tiene una serie de razones para pensar lo contrario.
Los lanzadores de Rumania y Polonia se podrían transformar para disparar Tomahawks
El sistema desplegado en Europa se llama Aegis Ashore y deriva de un sistema de defensa antimisiles naval. Los interceptores de los misiles Standard SM-3 son lanzados por una variante del MK-41, el mismo sistema de lanzamiento vertical que utiliza la Marina estadounidense para lanzar misiles de crucero Tomahawk.
Expertos de defensa rusos creen que los lanzadores instalados en Rumania y Polonia se pueden transformar en secreto para permitir el lanzamiento de misiles de crucero contra objetivos en Rusia. EE.UU. tiene prohibido el despliegue de misiles Tomahawk en Europa por el Tratado sobre las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) que Moscú y Washington firmaron en 1987.
Sistemas de misiles antibalísticos monitorearán constantemente el espacio aéreo ruso
Para poder disparar, los interceptores de misiles balísticos deben ser dirigidos por una potente estación de radar, y las instalaciones estadounidenses en Europa tienen este tipo de estaciones. Estos sistemas se pueden utilizar para monitorear una gran parte del espacio aéreo ruso, y, lógicamente, el Ejército ruso no está contento de que la OTAN pueda obtener inteligencia adicional sobre las pruebas de misiles y movimientos de aviones.
China expresa una preocupación similar cuando critica los planes estadounidenses de desplegar el sistema antimisiles de largo alcance THAAD en Corea del Sur para contrarrestar las amenazas de Pionyang.
Limitará la capacidad rusa en un supuesto conflicto de pequeña escala
Mientras que EE.UU. dice la verdad cuando asegura que los pocos interceptores colocados en Europa no detendrían un ataque estratégico a gran escala de misiles nucleares rusos, en un conflicto convencional a menor escala las instalaciones europeas socavarían la capacidad de Rusia para utilizar aviones de combate y misiles tácticos.
El escudo antimisiles viola el tratado de misiles
EE.UU. ha desarrollado varios cohetes para utilizar como objetivos en las pruebas de sus tecnologías de misiles antibalísticos, incluidos los Hera, LRT y MRT. Rusia considera que esos misiles violan el espíritu del tratado INF, porque, de tener ojivas, habrían sido prohibidos.
El razonamiento no es diferente del que esgrime EE.UU. cuando dice que los lanzamientos de satélites norcoreanos son en realidad pruebas de misiles balísticos de largo alcance camufladas.
EE.UU. rechazó todas las propuestas para calmar las preocupaciones de Rusia
Durante décadas Rusia sugirió una serie de maneras de reducir la tensión que generan los despliegues de sistemas antimisiles estadounidenses.
Propuso, por ejemplo, un radar alternativo que no supervisaría Rusia, sino Irán; sugirió mecanismos de inspección que permitirían a los militares rusos asegurarse de que en las instalaciones antimisiles no estaba teniendo lugar ningún juego sucio; propuso también un nuevo tratado que comprometería legalmente a EE.UU. a no utilizar el sistema contra Rusia. Pero Washington rechazó todas las propuestas y dijo que las garantías verbales eran suficientes.
Moscú ya recibió una promesa verbal cuando se le aseguró que la OTAN no se expandiría hacia el este después de que la URSS se retirara de Alemania Oriental. Esta promesa no se cumplió, de manera que el escepticismo de Rusia parece tener fundamento.
Cómo funciona el escudo antimisiles de EE.UU.
El escudo antimisiles es un sistema de defensa diseñado para interceptar proyectiles enemigos antes de que alcancen su objetivo. Los elementos de la defensa antimisiles estadounidense están instalados en 19 países.