"Las opciones de EE.UU. se han reducido a usar la fuerza o no hacer nada"
La defensa de los intereses estadounidense se basa cada vez más en la militarización de las diferentes regiones en todo el mundo. Esta táctica soslaya todos aquellos sectores que no estén relacionados con lo militar, según un análisis de Nikolas K. Gvosdev en 'The National Interest'.
Según el texto, durante los últimos dieciséis años la política estadounidense defiende sus puntos de vista en el exterior con solo dos estrategias: "Usar la fuerza o no hacer nada". Algunos analistas políticos estadounidenses como Robert Blackwill o Jennifer Harris lamentan que su país prefiera la militarización en lugar de la adopción de un plan geoeconómico.
El autor destaca que es muy extraño que pese a contar con el mercado más lucrativo en todo el mundo, una inmensa cantidad de fondos para la inversión y el control de la reserva monetaria mundial, EE.UU. utilice la estrategia militar para lograr sus objetivos. Dicha política a menudo se disfraza con el eslogan de la 'seguridad nacional' y la 'lucha contra el terrorismo'.
En su lugar, Gvosdev propone a EE.UU. un balance entre diplomacia, información, militarización y economía que ponga a trabajar a las grandes corporaciones y los bancos en proyectos de cooperación internacional. De esta forma Washington lograría obtener resultados mucho más efectivos para el interés propio y el de las partes involucradas.