El nuevo presidente interino de Brasil, Michel Temer, fue informante de la embajada de EE.UU. en Brasil, ha revelado WikiLeaks a través de su cuenta en Twitter.
En un mensaje publicado por el sitio web de WikiLeaks figura un documento enviado desde São Paulo (Brasil) con destino al Comando Sur de EE.UU., con sede cercana a Miami. En el cable se analiza la situación política en Brasil durante la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva y aparecen las reflexiones de Temer sobre las opciones electorales de su partido para el año 2006 (el dato del cable filtrado es del 11 de enero del mismo año), que este compartía con dos interlocutores llamados 'CG' y 'poloffs'.
Brasil's new president #Temer was an embassy informant for US intelligence, military https://t.co/3l2eUdiqvypic.twitter.com/IUuUgHYd1e— WikiLeaks (@wikileaks) 13 мая 2016 г.
En el cable se afirma que "el diputado Federal Michel Temer, presidente nacional del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), cree que la desilusión pública con el presidente Lula y el Partido de los Trabajadores (PT) proporciona una oportunidad para que el PMDB presente su propio candidato a las elecciones presidenciales de 2006".
"Al ser preguntado sobre el programa del partido, Temer indicó que el PMDB apoya políticas que favorecen el crecimiento económico. [El partido] no tiene ninguna objeción al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) [y] preferiría ver al Mercosur fortalecerse con el fin de negociar con el ALCA como bloque, pero la tendencia parece ser la contraria", se afirma en otro fragmento de los documentos filtrados.
En vísperas de las elecciones de 2006, Temer auguró el escenario de una victoria de su partido (PMDB). Temer aseguró que el PMDB se haría con entre 10 y 15 gobernadores ese año, y que su formación obtendría la mayoría de representantes en el Senado y, por tanto, en la Cámara de Representantes.
Esto significaría que el presidente electo tendría que rendir cuentas ante el poder del PMDB. "Quienquiera que gane las elecciones presidenciales tendrá que acudir a nosotros para hacer cualquier cosa", habría dicho Temer.
El pasado 12 de mayo, tras la destitución de Dilma Rousseff por el Senado de Brasil, su vicepresidente, Michel Temer, asumió la presidencia durante los siguientes 180 días.