¿Es la democracia en Oriente Próximo una utopía?
Un reporte especial publicado por 'The Economist' analiza la situación política que afronta Oriente Próximo y los obstáculos que supone el establecimiento de una verdadera democracia en la región. Para lograr una verdadera libertad política los Gobiernos árabes deben recuperar la confianza de sus ciudadanos, objetivo que únicamente se puede lograr mediante políticas pluralistas. "Las monarquías lo han hecho bien pero no pueden seguir reclamando su derecho a gobernar basados en la herencia", añade la publicación.
En este contexto, el mundo árabe se enfrenta a dos fenómenos que impiden el debilitamiento del autoritarismo y el surgimiento de una verdadera democracia. En primer lugar se encuentra el miedo a que partidos islamistas asuman el poder. En este aspecto, no se debe caer en el error de limitar o prohibir su participación en la política, al contrario, debe estimulase "la cooperación con otros partidos" y la participación de la ciudadanía para forma un verdadero Gobierno.
Por otra parte, existe el fenómeno de la gran diversidad de pueblos árabes que se comportan como minorías aisladas. Según lo expresa el filósofo y economista John Stuart Mill, citado por 'The Economist', "las instituciones libres son casi imposibles en un país compuesto de diferentes nacionalidades" porque "el mismo sistema de gobierno les afectan de diferentes maneras" y todos temen que este sea más perjudicial para unos que para otros.
Aunque la solución podría ser delegar poderes a las distintas regiones para garantizar que determinados grupos no se sientan tiranizados por la mayoría, la población rechaza mayoritariamente el federalismo. Por tanto, se requiere unir a los pueblos y eliminar las fronteras con el fin de crear "una integración supranacional para abrir mercados y estimular el crecimiento".
Alentar el progreso democrático y las reformas económicas solo será posible si se detienen los conflictos militares que azotan a la mayoría de los territorios. Sin embargo, "en este momento son más las crisis a punto de estallar que aquellas que están tratando de resolverse", concluye el análisis.