El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha vuelto a subrayar la importancia del papel de Moscú en la resolución de las grandes crisis internacionales, escribe el diario alemán 'Der Tagesspiege'. El político destaca el papel de Moscú en el éxito del histórico acuerdo nuclear con Irán y los logros de Rusia acerca del alto el fuego en Siria.
Steinmeier afirma que el "aislamiento" no es una política y predice que "la participación" de Rusia puede ser necesaria para estabilizar Libia. "Las negociaciones directas de los estadounidenses y los rusos han llevado a una reducción muy significativa de la violencia [en Siria]", manifiesta Steinmeier.
El ministro alemán opina que algunos políticos "olvidan que a veces está dentro de nuestros intereses traer a Rusia en una comunidad internacional de responsabilidad compartida", en referencia a la posibilidad de que Rusia vuelva al grupo del G8.
Steinmeier asegura que después de que las sanciones de la Unión Europea contra Rusia expiren este verano, será mucho más difícil para el bloque encontrar puntos comunes acerca del asunto ya que más miembros se resisten en estos momentos a la prolongación de las medidas restrictivas.
Rusia no forma parte del G8 ('G7' desde su salida) desde marzo de 2014 a raíz de la crisis en Ucrania y el referéndum de Crimea que llevó a su reunificación con Rusia. El grupo de Reino Unido, Alemania, Italia, Francia, Japón, Canadá y EE.UU. optó por no celebrar la cumbre planeada en Sochi y se reunieron como 'G7' en Bruselas.
Moscú se ha centrado en cooperar con otros formatos que reflejan mejor la distribución de fuerzas en la arena internacional en vez de las reuniones de siete u ocho países que, según el Kremlin, han sido ineficaces en la resolución de los problemas mundiales. Sin embargo, han sido tomadas medidas dirigidas a establecer un diálogo político en los formatos regionales. Para poner fin al conflicto en el sureste de Ucrania Rusia, Ucrania, Francia y Alemania elaboraron el Protocolo de Minsk.