Brasil se encuentra sumergido en un aluvión de protestas contra el 'impechment' de Dilma Rousseff y el Gobierno interino de Michel Temer.
En Sao Paulo, miles de partidarios de la mandataria suspendida se enfrentaron con sus detractores y la Policía.
"La comunidad internacional ha sido coherente, claramente ha definido una política en relación a este golpe de facto, y por lo tanto ellos tendrán que pagar las consecuencias también políticas internacionales de haber sacado de esta manera espuria al Gobierno de Dilma Rousseff", señala el analista Sandino Asturias, en declaraciones a RT.
Este domingo, el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, ha tomado la decisión de no reconocer al Gobierno provisional de Brasil, comandado por Michel Temer, ni su investidura como presidente interino. Por este motivo, ha ordenado el retorno de Brasilia de su embajadora, Diana Vanegas, informa el periódico 'La Prensa Gráfica'. El pasado viernes, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, había hecho lo propio al retirar a su embajador.
El 12 de mayo el Senado brasileño votó a favor del 'impeachement' de Dilma Rousseff. La presidenta ha sido suspendida de su cargo por un periodo de 180 días, durante los cuales los senadores deberán investigar las acusaciones contra Rousseff presentadas por los iniciadores del proceso.