Personas influyentes, celebridades y también gente común están reemplazando los avanzados teléfonos inteligentes por viejos dispositivos con tapas, reporta BBC.
La elección de un teléfono plegable es una declaración audaz y lujosa de que uno tiene el control
Entre quienes han optado por los dispositivos obsoletos, capaces solo de realizar llamadas y enviar mensajes, figuran, por ejemplo, celebridades como Scarlett Johansson y Rihanna; la editora de 'Vogue' Anna Wintour; los multimillonarios Warren Buffett y Stephen Schwartzman, así como Danny Groner, un empresario de Silicon Valley.
Este último ―un joven de 32 años, rodeado de tecnología en su oficina― explicó al medio los beneficios que saca de su rechazo a los 'smartphones'. "Me preocupa que pueda 'quemarme'. Me paso 13 o 14 horas al día frente a una pantalla. Eso es suficiente. No tienen que ser 17 horas", afirmó, añadiendo que optar por un teléfono 'retro' lo hace incluso un mejor trabajador.
El hombre y su 'smartphone': ¿Quién controla a quién?
Analizando la tendencia, Holly Parker, una profesora de psicología de la Universidad de Harvard, sostiene que el uso de los teléfonos antiguos podría ayudar a las personas a definir la línea entre el trabajo y el hogar.
Por su parte, el especialista en ética de la tecnología, David Ryan Polgar, indica que "el aumento del uso de los teléfonos plegables es una reacción a la sensación de que uno está subordinado a los teléfonos inteligentes. La elección de un teléfono plegable es una declaración audaz y lujosa de que uno tiene el control".
Sin embargo, el experto señala que hay mejores maneras de mostrar que uno tiene el control de la tecnología invasiva: simplemente no hay que mantener el 'smartphone' a mano todo el tiempo.
El teléfono plegable, un "símbolo de estatus"
"Tanto un experto en tecnología que usa un teléfono plegable, como una persona que elige conscientemente no tener un teléfono inteligente, proyectan poder y libertad", explica Polgar. "Es símbolo de estatus", agrega.
Sin embargo, para muchos sería bastante difícil prescindir de su 'smartphone'. En ese sentido, BBC cita el ejemplo de Ellyn Shook, directora de recursos humanos en la empresa global Accenture: ella se compró un teléfono obsoleto con tapa como un sustituto ocasional de su 'smarthpone' para desconectarse del trabajo. Como resultado, la mujer fue capaz de disfrutar plenamente de sus fines de semana sin revisar su teléfono todo el tiempo, concluye el medio.