Una localidad de Cleveland (Misisipi, Estados Unidos) con alrededor de 12.000 habitantes mantiene un sistema educativo con escuelas medias y secundarias diferentes para alumnos blancos y afroamericanos que están separadas por vías férreas: los primeros se encuentran en la parte oeste y los segundos, en la zona este.
Sin embargo, una jueza federal estadounidense ha anunciado que el distrito escolar del lugar deberá terminar con esa situación, revisar sus programas de estudio y ofrecer nuevos contenidos para esa futura comunidad fusionada porque "la demora en la eliminación de la segregación ha privado a generaciones de estudiantes del derecho a una educación integrada" que garantiza la Constitución estadounidense, informa 'The Telegraph'.
La jefa de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia norteamericano, Vanita Gupta, ha asegurado que esta decisión recuerda a los distritos escolares que el retraso en sus obligaciones contra la segregación "es inaceptable e inconstitucional".
Por su parte, la abogada de ese distrito escolar, Jamie Jacks, ha asegurado que la parte representada considera "seriamente" presentar una apelación y ha enfatizado en que el organismo formativo no niega la matrícula a ningún estudiante.
Esta orden se produce 62 años después de que el Tribunal Supremo estadounidense emitiera el histórico fallo del caso Brown contra el Consejo de Educación de Topeka (Kansas, EE.UU.), que establecía que los estudiantes blancos y afroamericanos no debían asistir a escuelas separadas porque esta circunstancia negaba la igualdad de oportunidades educativas.