Google patenta un capó pegajoso para proteger a los peatones en caso de atropello
Google ha patentado un capó con una superficie pegajosa para automóviles, que tiene como objetivo proteger a los peatones atropellados. En caso de choques, este invento ―que va dirigido puntualmente a los coches de auto-conducción pero que podría usarse en otros vehículos― podría descartar la posibilidad de que el peatón rebote o salga volando y caiga en la carretera en caso de atropello, puesto que quedaría 'atrapado' a la parte delantera del auto "de una manera similar a como sucede con un papel matamoscas".
"El adhesivo instalado en el capó del vehículo se activaría al producirse un contacto y sería capaz de 'atrapar' al transeúnte casi de modo instantáneo", limitando sus movimientos, reza la patente. Al verse inmovilizado, el peatón sería transportado en el vehículo hasta que el conductor o el propio vehículo, en caso de los coches de auto-conducción, reaccione y se detenga.
Para despegar al peatón atrapado en el capó, la patente detalla que el mismo adhesivo permitiría que la persona pueda desprenderse al cabo de un tiempo.
De acuerdo con Bryant Walker Smith, profesor de derecho de Stanford School (EE.UU.) y experto en vehículos autónomos, citado por San Jose Mercury News, "la idea de que los coches deben ser seguros no solo para las personas que están dentro es la siguiente generación de la seguridad automotriz".
Sin embargo, de momento no hay respuestas para los posibles daños que podrían ocasionarse con esta tecnología. Según el profesor, dependiendo de la situación, "si un coche con un peatón pegado en su parte delantera, posteriormente choca contra otra cosa, podría resultar peor que si el peatón rebota y es expulsado por el automóvil".
"En la historia, el progreso sustituye una serie de problemas por otros y realmente espero que la nueva serie de problemas en su conjunto sea menor que la actual", concluye Walker Smith.