"El Ejército estadounidense parece estar rompiéndose en pedazos", opina el periodista Justin T. Johnson. En su artículo titulado 'Seis signos de que el Ejército estadounidense se está muriendo de manera lenta y dolorosa', publicado en la revista 'The National Interest', Johnson ha enumerado los factores que indican la necesidad de reformar el Ejército de Estados Unidos lo más pronto posible.
El primer indicio que evidencia "la muerte lenta y dolorosa" de las Fuerzas Armadas del país es el deplorable estado del Cuerpo de Marines, con solo un 30% de cazas F-18 listos para volar. Además, en vez de pasar 25 o 30 horas en la cabina de pilotaje, los pilotos tienen 4 horas de vuelo al mes.
La segunda causa del inminente declive es la falta de militares profesionales, por lo cual el Ejército corre un alto riesgo en el caso de guerra. "Solo la tercera parte de las brigadas del Ejército está preparada para el combate. El Ejército ha alcanzado su mínimo desde antes de la Segunda Guerra Mundial", lamenta el periodista, quien también menciona que la mitad de las aeronaves de la Fuerza Aérea no están listas para el combate y acusa a la institución de "canibalizar partes de algunos F-16" y "retirar piezas de aviones que se exhiben en los museos" para mantener los cazas F-16, así como bombarderos estratégicos B-1 a flote.
En lo que concierne a la Marina del país, Johnson señala que dispone de solo 273 buques en vez de los 350 necesarios. Además, se registra un alto nivel de accidentes con aviones y helicópteros por el desgaste. Los bombarderos B-52, por ejemplo, tienen unos 53 años. "La mayoría de los estadounidenses no querrían conducir un coche de 53 años, y aún menos luchar en un avión de esa edad", ironizó el analista, quien sostiene que los seis hechos enumerados son resultado del recorte en el presupuesto militar en un 25% en los últimos cinco años.