La visita del presidente estadounidense Barack Obama a Japón, programada para la próxima semana, se da en un contexto en que las autoridades norteamericanas y asiáticas "temen que la región esté entrando en un peligroso futuro atómico", escribe el periodista Michael Crowley para Politico.
Esta visita podría ser "una pesadilla nuclear" para el presidente de EE.UU., pues tal situación "amenaza la promesa de Obama para hacer retroceder la propagación de las armas nucleares y podría desencadenar en una carrera de armas nucleares en Asia".
Los 'temores nucleares' en Asia
Según Crowley, los temores en la región están relacionados con el hecho de que Corea del Norte está expandiendo su arsenal nuclear y mejorando sus misiles balísticos; algo similar sucede con China.
Las autoridades de Japón, Corea del Sur y Taiwán, observa el periodista, están perdiendo la paciencia con los esfuerzos internacionales para frustrar el programa de Piongyang. "Y esos gobiernos se preocupan cada vez más porque EE.UU., que los ha protegido durante décadas bajo un paraguas nuclear, pueda convertirse en un aliado menos fiable", destaca la publicación.
Los planificadores del Pentágono, por su parte, están preocupados por un escenario en el que Japón y Corea del Sur exploren el desarrollo de sus propias armas nucleares por primera vez en su historia.
El precandidato a la presidencia de EE.UU., Donald Trump, echa leña al fuego con sus declaraciones que cuestionan un Japón libre de armas nucleares. "¿No preferirían ustedes que, en cierto sentido, Japón tuviera armas nucleares, ya que las tiene Corea del Norte?", afirmó en una entrevista.
¿Se acerca el fin del "tabú nuclear" en Japón?
Japón, que sufrió los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, ha mantenido desde de la Segunda Guerra Mundial políticas pacíficas y ha rechazado las armas nucleares. Sin embargo, el tema de ese tipo de armas en Asia está especialmente tenso en Tokio, afirma el periodista.
Luego de que el año pasado el país asiático aprobara un proyecto de ley que autoriza las operaciones militares extranjeras, aunque defensivas, algunos funcionarios y analistas indican que "el tabú nuclear" también está siendo revisado, especialmente a la luz de la disputa territorial con China en el mar de la China Meridional.
En Japón existe una opinión popular entre los conservadores sobre que Obama no es lo suficientemente estricto respecto a China. Así, el exgobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, afirmó hace unos años que "Decididamente, Japón debería poseer armas nucleares".
"La retórica despreocupada de EE.UU., que pone en duda el compromiso de Washington con la seguridad en general y la disuasión nuclear en particular, estimula a los estrategas de Tokio a desarrollar estrategias de cobertura", indica al respecto Patrick Cronin, investigador del Centro para la Nueva Seguridad Estadounidense.
Tales conversaciones, señala Michael Crowley, les parecen sorprendentes a los expertos estadounidenses sobre Japón, que siempre creyeron que el país asiático se mantendría sin arsenal nuclear. Algo similar ocurre en Corea del Sur: una encuesta de 2013 mostró que dos tercios de la población apoyan el desarrollo de armas nucleares en respuesta a la "amenaza del Norte".