Cómo la isla más pobre de Japón lucha contra las bases militares de EE.UU.
Los residentes de la isla de Okinawa, en el sur de Japón, planean una protesta masiva contra los gobiernos de Japón y EE.UU., informa el periódico 'The Japan Times'. Tras el asesinato de una mujer japonesa, cometido por un contratista de la base militar de Estados Unidos en la isla, unas 2.000 personas protestaron ante una base naval este 22 de mayo exigiendo la salida de las bases estadounidenses de la isla.
El 19 de mayo fue arrestado Kenneth Shinzato, de 32 años, contratista de la base militar de EE.UU. en Okinawa, quien admitió haber estrangulado y apuñalado a Rina Shimabukuro, de 20 años. El crimen ha provocado que la polémica por la presencia militar de EE.UU. en la isla japonesa de Okinawa se reavive.
Entre los organizadores de la macromanifestación se encuentran partidos políticos de Okinawa, empresarios y grupos de ciudadanos que se oponen al traslado de la base aérea estadounidense de Futenma a la prefectura de Okinawa. Se pretende llevar a cabo una protesta masiva en junio, comparable a la que tuvo lugar en 1995 y que movilizó a 85.000 personas tras la violación de una niña de 12 años por tres militares estadounidenses.
Suzuyo Takazato, un representante del grupo Las Mujeres de Okinawa actúan en contra de la violencia militar, declaró ayer domingo que buscan "la retirada de todas las bases y militares para garantizar que la gente en Okinawa pueda vivir en paz". Uno de los carteles rezaba: "¡Retiren todas las bases y a los militares!", algunas personas gritaban "Váyanse", "Márchense a casa".
La región de Okinawa es considerada la más pobre de Japón. Según los residentes de la isla, esto se debe al hecho de que el 10% de todas las tierras de la prefectura (y el 18% del territorio de la isla de Okinawa) se encuentran en poder de los militares estadounidenses, lo que supone una presión enorme sobre la economía de la isla, informa el portal ruso Lenta.ru. Una encuesta llevada a cabo en el 2012, mostró que el 74% de los residentes de Okinawa califica la presencia militar extranjera de "ocupación".