Las autoridades de Morelos (México) han iniciado los trabajos de exhumación de 116 cadáveres que se encontraban en una fosa común que creó la propia Fiscalía General de ese estado en la localidad de Tetelcingo, informa el 'Diario de los Morelos'.
El hallazgo se produjo en noviembre de 2015, a partir de la búsqueda que realizó la familia de una persona que fue secuestrada y asesinada dos años antes. Cuando las autoridades encontraron su cadáver lo enviaron al mismo lugar que el resto de cuerpos que nadie reclama, a pesar de que habían identificado al fallecido con pruebas de ADN.
Esos restos fueron enterrados sin seguir los protocolos legales y la Fiscalía ha adelantado que aplicará la ley contra los funcionarios que no cumplieron con su deber. Además, los parientes de algunos desaparecidos han denunciado que durante las labores de recuperación de sus seres queridos se han producido ciertas irregularidades.