Una multitud corriendo detrás de un toro por las calles de un pueblo. Un límite prefijado: la vega de un río. Antes del límite: decenas de picadores y lanceros intentando alancear al animal hasta su muerte. Después del límite: la zona de salvación; el toro es indultado. Podría parecer una novela inspirada en la era medieval, pero es la imagen que se viene produciendo en la localidad española de Tordesillas, en Castilla y León, cada mes de septiembre desde 1.534, y que no volveremos a ver tras una decisión del gobierno regional que ha provocado sentimientos diferentes entre defensores y detractores.
La Junta de Castilla y León aprobó, la semana pasada, en Consejo de Gobierno un decreto-ley por el que se prohíbe la muerte de las reses de lidia en presencia de público en los espectáculos taurinos y populares en la región. Alfonso Chillerón, presidente de la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA), explica a RT que esta decisión ha afectado directamente a este polémico festejo porque la “ordenanza municipal reguladora del Toro de la Vega exige, en su artículo, 20, que al toro hay que agredirlo con las lanzas -alancearlo- con la intención de matarlo”, por lo que se ha prohibido "no sólo la muerte del animal en público, sino también el uso de las lanzas".
El torneo del Toro de la Vega es un evento taurino de origen medieval, celebrado en la localidad española de Tordesillas, en Castilla y León, y que fue declarado fiesta de interés turístico en 1980 y espectáculo taurino tradicional en 1999. La primera referencia escrita data del año 1534, en el libro de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Santiago Apóstol de Tordesillas. Actualmente, el torneo consiste en la persecución de un toro por decenas de picadores y lanceros que intentan lancear al animal hasta su muerte, tras ser soltado cerca de la plaza del pueblo y conducido por corredores hasta la vega del río Duero. En esta zona se encuentra el límite prefijado, y si el toro logra pasarlo es indultado, al menos, en la teoría. El año pasado, a pesar de haber ganado el torneo, Rompesuelas, como se llamaba el toro, recibió varias lanzadas mortales tras haber llegado a la zona de salvación. El torneo tuvo que ser declarado nulo a posteriori.
En los últimos años, el Toro de la Vega ha cobrado mayor notoriedad por las acciones emprendidas por diversas asociaciones y partidos animalistas, que cada mes de septiembre se han trasladado a Tordesillas para denunciar la crueldad a la que es sometida el animal. Los diferentes altercados que se han venido produciendo en el pueblo entre defensores y detractores, el interés que ha despertado en los medios de comunicación, así como la evolución cultural lógica de una sociedad, propiciaron que el Gobierno regional haya puesto fin a este evento taurino.
El decreto-ley tendrá que convalidarse en las Cortes de Castilla y León antes de un mes, aunque todo parece indicar que en Tordesillas, el próximo septiembre, no veremos una imagen medieval de España. “Estaremos muy vigilantes y advertiremos al ayuntamiento de que se tomen todas las medidas necesarias para cumplir la legalidad, y a los ciudadanos de Tordesillas de que si matan al toro incurrirán en un delito de maltrato animal, tipificado en el Código Penal con hasta 18 meses de prisión”, dice Silvia Barquero, portavoz del Partido Animalista (PACMA), en declaraciones a RT.
PACMA, que en las pasadas elecciones generales de diciembre de 2015 duplicó sus votos frente a 2011, ha estado en contacto con el consejero de Medio Ambiente y el consejero de Presidencia desde el pasado mes de septiembre. En contra de lo que han declarado los defensores del Toro de la Vega y el propio alcalde de Tordesillas sobre la “sorpresa” de esta decisión de la Junta de Castilla y León, Barquero nos cuenta que en su partido sabían que “el Gobierno regional tenía una posición clara y un interés por acabar con la muerte del Toro de la Vega, y que el decreto se publicaría en estas fechas”.
En la misma línea se expresa ANPBA, que confía en que al Ayuntamiento modificará la Ordenanza prohibiendo la muerte del toro. Según nos cuenta Chillerón, la organización “estará muy vigilante sobre el desarrollo de acontecimientos el propio día del espectáculo, en lo que a las actuaciones del público se refiere”, asegurando que el ordenamiento jurídico español “dispone de los instrumentos legales a los que podemos acudir si algún participante quisiera saltarse la legalidad”.
Del otro lado, la mayor parte de los vecinos de Tordesillas, con el alcalde a la cabeza, y varias organizaciones y asociaciones taurinas, indignados con esta decisión. “El ayuntamiento iniciará todas las acciones legales necesarias para defender el torneo del Toro de la Vega, una de las señas de identidad cultural más importantes de nuestra región”, informa el Ayuntamiento en un comunicado a través de su página web.
“Nada justifica actuar con la urgencia de un decreto contra una parte de nuestro Patrimonio Cultural, a menos que estemos ante acciones dictatoriales utilizadas para violentar derechos y cercenar libertades. Ante este atropello totalitario no cabe otro camino que la defensa judicial y la exigencia de responsabilidades políticas”, denuncia este miércoles el Patronato del Toro de la Vega en un comunicado publicado a través de su web.
También han sido frecuentes las voces que han expresado a través de Twitter su oposición al decreto:
Todos los pueblos, merecen un respeto a sus tradiciones y culturas. Acaso Tordesillas no?#SiAlTorodelaVegapic.twitter.com/HpnD8XrqSv— Dios de Piedra (@ozzygeno) 20 de mayo de 2016
Defendiendo el #ToroDeLaVega de Tordedillas y camino a Benavente al #ToroEnmaromado. #SiAlToroDeLaVegapic.twitter.com/ayLRBZxe62— El Mani © (@EMELMANI) 25 de mayo de 2016
Por otro lado, sorprende que el alcalde de Tordesillas, José Antonio González Poncela, pertenezca al PSOE, cuyo secretario general y candidato a la presidencia, así como varios de sus ministros, han manifestado en reiteradas ocasiones su rechazo a este tipo de celebraciones. Barquero achaca este hecho a la “falta de presión por parte del partido socialista para obligar a su alcalde a seguir la línea coherente con lo que ha manifestado públicamente Pedro Sánchez”.
Ahora queda por delante saber cómo afrontará el Ayuntamiento de Tordesillas este cambio y cómo regulará el torneo de cara al próximo Toro de la Vega, aunque los vecinos de la localidad y el propio alcalde han manifestado en varias ocasiones que “sin muerte, no hay fiesta”.
En la elaboración de este artículo se han utilizado los archivos multimedia de RT, AFP.
Preparado por María Jesús Vigo Pastur, Mijaíl Ratkovski.