"Odio el resplandor de la puesta de sol": los recuerdos de los sobrevivientes de Hiroshima

En vísperas de la visita de Barack Obama a Hiroshima, las víctimas que sobrevivieron al ataque que terminó con la vida de al menos 140.000 personas cuentan sus historias.

Con motivo de la primera visita oficial de un presidente estadounidense a la ciudad de Hiroshima este viernes, la agencia AFP, según informa 'Daily Mail', ha recogido las memorias que conservan de la tragedia los sobrevivientes de los ataques atómicos estadounidenses en 1945.

Emiko Okada, 79 años

Emiko Okada se encontraba a menos de tres kilómetros del lugar donde cayó la bomba en Hiroshima. La mujer sufrió graves lesiones, mientras que su hermana menor murió.

"Vi a personas que no parecían seres humanos. La piel se les desprendía. A algunos niños los globos oculares se les salían de las órbitas. Todavía odio el resplandor del sol poniente. Me recuerda aquel día y trae dolor a mi corazón".

Keiko Ogura, 78 años 

Keiko Ogura tomó la decisión de dedicar su vida a mantener viva la memoria de aquel fatídico 6 de agosto de 1945.

"Poco después [de la explosión de la bomba] empezó a llover. Era una lluvia negra y pegajosa que me mojó la ropa. Vi una fila de personas gravemente quemadas, como fantasmas silenciosos".

"De repente, una chica me agarró la pierna y dijo con voz débil: 'Dame agua'. Los demás también suplicaban: 'Agua, agua...' Les traje agua, pero algunos murieron inmediatamente después de beberla. Lamenté habérsela dado".

Sunao Tsuboi, 91 años

Sunao Tsubo es copresidente de la Confederación Japonesa de Organizaciones de Víctimas de las Bombas Atómicas y de Hidrogeno. Sufrió quemaduras graves, cáncer y otras enfermedades, pero participa activamente en la campaña para un mundo libre de armas nucleares.

"Sufrí quemaduras en todo el cuerpo. Tuve una experiencia terrible. Desnudo, traté de huir durante unas tres horas el día 6 de agosto, hasta que ya no pude caminar. Entonces escribí en el suelo (con una pequeña roca), 'Tsuboi ha muerto aquí'".

"Puedo soportar las dificultades por la felicidad humana. Tal vez muera mañana, pero soy optimista. Nunca voy a rendirme. Queremos 'cero armas nucleares'".

Una visita sin disculpas

El pasado abril el alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, invitó a Obama a visitar las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, ambas escenario de los ataques atómicos estadounidenses en 1945. "Es importante que este líder visite las ciudades que sufrieron bombardeos atómicos", declaró el alcalde de la ciudad.

Sin embargo, Washington no cree que el horroroso ataque que terminó con la vida de al menos 140.000 civiles fuera un error y no tiene intención de pedir disculpas por ello.

"No revisaremos la decisión de emplear la bomba atómica", escribió en su blog en el portal Medium Ben Rhodes, asesor en seguridad nacional del presidente norteamericano. En su lugar, EE.UU. ofrecerá "una estrategia para un futuro común".

En su discurso en la Casa Blanca el pasado jueves, Rhodes confirmó que EE.UU. "no pedirá disculpas" a Japón por el bombardeo atómico de la ciudad de Hiroshima, y agregó que los estadounidenses "están muy orgullosos de la generación de soldados que lucharon en la Segunda Guerra Mundial".