Las "limitadas opciones" de EE.UU. ante Corea del Norte

Los expertos estadounideses pronostican que las tensiones con Pionyang aumentarán y que Washington no puede hacer mucho al respecto.

En los últimos meses, Corea del Norte ha sido "cada vez más firme" en los escenarios nacional e internacional, sostiene el analista Kyle Churchman en su artículo para 'The National Interest'. El autor recuerda que el "hermético país" llevó a cabo su cuarta prueba nuclear en enero, lanzó con éxito un satélite en febrero y convocó el séptimo Congreso de su gobernante Partido de los Trabajadores de Corea —la primera reunión de este tipo desde 1980— a principios de este mes.

Pionyang podría diezmar Seúl con sus formidables capacidades convencionales directamente a través de la frontera, amenazar al cercano Japón con un ataque nuclear y provocar que millones de refugiados huyan hacia China

Para analizar estos "importantes avances" de Pionyang, la publicación celebró el 24 de mayo un debate con el profesor de la Universidad de Georgetown y exintegrante del Consejo Nacional de Seguridad en la administración de George W. Bush, Victor Cha; y el teniente general Wallace Gregson, exasistente del Secretario de Defensa para Asuntos de Seguridad de Asia y el Pacífico.

Durante ese encuentro, que recoge Kyle Churchman en su artículo, la atención se centró en "las opciones limitadas" que poseen Estados Unidos y sus aliados en cuanto a Corea del Norte y las amenazas relacionadas con su programa nuclear.

Calma antes de la tormenta

Victor Cha analizó los peligros que supondrán las ambiciones nucleares de Corea del Norte en 2016, así como durante la próxima década: en ambos casos, "su visión ha sido pesimista", según Churchman.

A pesar de que en la actualidad hay un período de relativa calma, Cha estima que la situación cambiaría en agosto cuando, como todos los años, EE.UU. y Corea del Sur lleven a cabo sus ejercicios militares conjuntos.

A su vez, las declaraciones del teniente general Gregson se centraron en las implicaciones regionales de las actividades de Corea del Norte, así como en su impacto en la política norteamericana en Asia. Este ponente argumentó que las autoridades estadounidenses no deben subestimar las capacidades nucleares de Corea del Norte, pero también confirmó que las posibilidades de EE.UU. para frenar el programa de armas nucleares norcoreano "son limitadas".

Respecto a una posible opción militar, Gregson aseveró que un conflicto que involucre al país nororeano no se limitaría a la península de Corea y, si estallara, "Pionyang podría diezmar Seúl con sus formidables capacidades convencionales directamente a través de la frontera, amenazar al cercano Japón con un ataque nuclear y provocar que millones de refugiados huyan hacia China".

Gregson también recomendó que el Gobierno estadounidense realice los juegos de guerra al más alto nivel.

Opción del ataque preventivo

Otro tema del debate fue cómo podrían responder Tokio y Seúl a las crecientes capacidades de Corea del Norte. En este sentido, tanto Cha como Gregson coincidieron en que es probable que ambos contemplen realizar un ataque preventivo o busquen que Washington les ofrezca esa garantía a medida que capacidades de armas nucleares de Pionyang aumenten.

Sin embargo, Cha advirtió de que esa opción resultaría "increíblemente desestabilizador" ya que, si se repiten ciertos escenarios —como el hundimiento de la fragata de Corea del Sur por la del Norte en 2010—, la escalada del conflicto puede alcanzar rápidamente "el nivel de las armas nucleares".