Este miércoles, durante su alocución en el Colegio de Guerra Naval de Newport (Rhode Island), el ministro de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, ha señalado que el Pentágono debe reformar su proceso de adquisición para conectar con más rapidez las nuevas tecnologías de la fase de investigación y desarrollo a la etapa de producción, escribe el periodista Dave Majumdar en su artículo 'Este es el mayor desafío que afronta el Pentáfono (No es China ni Rusia)' publicado por 'The National Interest'.
Carter ha insistido en que el sistema de adquisición que funciona en esta escala temporal es "absolutamente inapropiado cuando se trata de asuntos como los drones o la cibernética".
Dave Majumdar, que escribe sobre temas de defensa en la publicación, considera que el Pentágono está bien estructurado para comprar material bélico de alto valor —"como grandes buques de guerra, cuya construcción toma mucho tiempo"—, pero que, dada la rapidez de la evolución tecnológica, este proceso "arcaico" ya no funciona bien.
El autor del texto hace hincapié en que, a diferencia de la guerra fría, cuando las tecnologías avanzadas se originaban principalmente en el sector militar, en estos momentos el sector civil lidera ese proceso y pone como ejemplo que el propulsor de un avión comercial estándar es más avanzado que las últimas turbinas militares, como Pratt & Whitney F135.
Por lo tanto, Majumdar estima que el Pentágono debe evolucionar para atraer a la parte civil. Sin embargo, existe un problema: ese sector funciona "con una escala de meses, más que de años, algo a lo que la Defensa estadounidense no está acostumbrada". Para confirmar este hecho, explica que sistemas como el caza polivalente F-35 han requerido casi las últimas dos décadas para fructificar, mientras que en ese mismo periodo "generaciones enteras de tecnologías informáticas han aparecido y llegado y desaparecido".
En definitiva, este columnista concluye que las compañías tecnológicas avanzadas no resultan compatibles con las necesidades del Pentágono pero, si el Ministerio de Defensa se abre al sector civil, debe encontrar un equilibrio entre externalizar la gestión de los programas de desarrollo y realizar esas funciones de puertas para adentro.
Como ejemplo de mala gestión, Carter se refirió al ya inexistente proyecto Future Combat Systems, lanzado en la primera década de este siglo para crear vehículos de combate ligeros que permitieran reemplazar a los tanques fuertemente blindados. En ese caso, Boeing se encargó de la ingeniería, la gestión de configuración y otras funciones porque, en aquel entonces, era "una tendencia", pero la experiencia "no funcionó y falló casi todo el tiempo", recordó Ashton Carter.