La Habana será epicentro de la próxima Cumbre Presidencial de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), con la esperanza de posicionar al organismo como un espacio fortalecido de cooperación, consulta y análisis político, apostando por el factor unitario como aspecto indispensable.
Y es que este encuentro de alto nivel en la región, previsto del 2 al 4 de junio, se produce cuando precisamente el significado de la unidad y el esfuerzo para superar sus dificultades cobra mayor vigencia. Inestabilidad, amenazas a la democracia, vientos golpistas y una fuerte crisis económica de algunos de sus miembros hacen necesaria su discusión.
En opinión del director general para América Latina y el Caribe de la Cancillería cubana, Manuel Aguilera de la Paz, citado por Cuba Información, es de suma importancia analizar el contexto de la región, donde cada vez más Gobiernos democráticos y progresistas son desestabilizados sistemáticamente.
"No podemos permanecer indiferentes a la compleja coyuntura actual de América Latina y el Caribe", enfatizó el diplomático cubano. Considera importante destacar que la AEC puede impulsar acciones para enfrentar los retos que amenazan la paz y concordia de sus países.
Precisamente Cuba declaró en 2014, durante la segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a América latina como 'Zona de Paz', afirmación acogida en aquella ocasión por todos sus miembros.
Objetivos del encuentro en La Habana
La séptima edición de la Cumbre AEC busca unificar criterios de sostenibilidad a iniciativas comunes y fijar metas viables en aspectos fundamentales en la región, a saber: comercio, seguridad, economía, acciones para contrarrestar los efectos del cambio climático y turismo multidestino como eje productivo, así como la cordialidad y solidaridad en tono mayor entre sus miembros.
Se discutirán los parámetros del Plan de Acción 2016-2018, a fin de puntualizar los principios y postulados de la ruta de trabajo en el siguiente periodo.
Sin duda, la cita en La Habana promete y da certeza sobre el rumbo que da la región hacia sus potencialidades, de cara a los nuevos desafíos. Nuevamente, Cuba es protagonista de eventos que marcan la historia contemporánea y diplomática de la región.
2016, el año de Cuba
La mayor de la Antillas ha jugado un papel estratégico en la escena política e internacional de este año. Muchos acontecimientos han ocurrido en su suelo y ha sido protagonista principal de aspectos histórico de gran trascendencia.
Sin duda, el mayor acontecimiento ocurrido en la isla fue la visita de Barack Obama, el primer presidente estadounidense en pisar la isla en más de 50 años.
El pueblo cubano fue testigo del "descongelamiento parcial" de las relaciones entre ambos países, quienes avanzan, manteniendo sus diferencias y posturas, hacia una normalización. Queda como asignatura pendiente aún el levantamiento del embargo (bloqueo) económico-comercial que Washington mantiene sobre la isla desde que proclamó la Revolución Socialista en la década de los 60.
Casi mil años pasaron hasta que la historia se volviera a escribir. En La Habana, los máximos líderes de la cristianismo del mundo, el papa Francisco y el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kiril, se encontraron y se reunieron, hecho que sin duda acercó a las dos ramas del cristianismo, separadas por diferencias desde 1054.
Esta fue la segunda visita del sumo pontífice a Cuba en menos de seis meses. En septiembre de 2015 recorrió varias ciudades de la isla, llevando su mensaje de renovación, entendimiento y reencuentro entre la sociedad cubana.
Cuba también juega un papel fundamental en el proceso de paz que adelantan, desde 2012 en su territorio, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Gobierno de Colombia.
Los Diálogos de Paz se llevan a cabo bajo la dinámica del momento y vislumbra una pronta salida al conflicto armado que ha azotado al país suramericano desde hace décadas.
Además de los múltiples triunfos en el campo diplomático, su renovación y acercamientos con organismos como la Unión Europea, así como la diversificación en áreas comerciales, la Cuba revolucionaria juega en un papel importante y de primero orden en el ajedrez mundial.