La enfermedad tropical leishmaniasis (o leishmaniosis) se expande desde Siria por los países de Oriente Medio, Jordania, Líbano, Yemen y Turquía, con el flujo de refugiados.
La enfermedad se limitaba mayormente a las regiones bajo el control del Estado Islámico: Raqa, Deir ez-Zor y Hasaka. Pero por el conflicto armado que vive el país, el sector de salud público resultó devastado, los hospitales fueron destruidos por bombardeos y centenares de médicos fallecieron en la guerra contra el Estado Islámico. Además, el hecho de que los terroristas del EI no se preocupen por las condiciones sanitarias en los territorios bajo su dominio, provocó el brote de leishmaniosis.
Los efectos de la enfermedad varían desde úlceras cutáneas que cicatrizan espontáneamente, hasta formas fatales, provocadas por inflamación grave del hígado y del bazo. La leishmaniosis se transmite a los humano a través de la picadura mosquitos pertenecientes a los géneros Phlebotomus.
Entre los años 2000 y 2012 se reportaron solo seis casos de la enfermedad en el Líbano. Pero solo en 2013 se registraron 1.033 casos, un 96% de los cuales afectaron a los desplazados sirios, informa Ministerio de Salud del Líbano.
Waleed Al-Salem, uno de los autores del estudio correspondiente, realizado por la Escuela para las Enfermedades Tropicales de Liverpool, comentó en la entrevista para 'Daily Mail' que "la situación es muy grave. La enfermedad se extendió por Siria rápidamente, pero también alcanzó Irak, Líbano, Turquía y el sur de Europa".
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