El canciller ruso Serguéi Lavrov concedió una entrevista al periodista ruso Serguéi Briliov, presentador del programa 'Vesti v subbotu', en la que abordó la complicada situación en Ucrania.
Al comentar sobre la tensión entre Kiev y las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk, Lavrov afirmó que las partes en el nivel más alto de las conversaciones coinciden en la necesidad de aumentar la eficacia del trabajo de la misión de la OSCE en el territorio ucraniano. "El presidente ruso, Vladímir Putin, respaldó en primer lugar el aumento del potencial de esta misión en la línea de demarcación. Apoyamos la creación de varias zonas de seguridad en esta línea", explicó el canciller. Estas zonas serían creadas en las áreas más preocupantes, donde se desplegaría un número adicional de observadores de la OSCE, agregó.
"Lo segundo que hemos propuesto es que en los lugares de almacenamiento de equipos pesados, adonde son llevados en conformidad con los acuerdos de Minsk y de donde estos a menudo desaparecen, debe haber grupos reforzados de observadores de la OSCE las veinticuatro horas", sostuvo el ministro ruso. El canciller especificó que si es necesario Rusia podría dar el visto bueno a que estos observadores tengan derecho a portar armas personales.
"De acuerdo con nuestras estimaciones, que se basan en información de distintas fuentes, EE.UU. está aumentando realmente la presión sobre la parte ucraniana para asegurar que cumpla con los acuerdos de Minsk", afirmó Serguéi Lavrov. En este sentido la mayor parte de los acuerdos políticos depende de cómo Kiev negocie con Donetsk y Lugansk, explicó.
"Mientras que no haya una ley sobre el estatus particular [de las regiones de Donetsk y Lugansk], que realmente garantice derechos adicionales a estos territorios y mientras que estos derechos en el marco de un estatus especial no estén fijados en la Constitución de Ucrania de forma permanente, es difícil esperar que Donetsk y Lugansk estén de acuerdo en hacer 'por adelantado' lo que, conforme con los acuerdos de Minsk, debe finalizar el proceso político y no ser su condición previa", concluyó el canciller.