La mayoría de los suizos se ha pronunciado en contra de introducir una renta básica universal (UBI por sus siglas en inglés) en el referéndum que se celebró este domingo en el país, según los resultados finales. Según el recuento final, casi el 77% de los suizos se ha opuesto a la iniciativa, respaldada únicamente por el 23%.
La propuesta preveía el pago a cada ciudadano de una renta universal básica, es decir, un sueldo mensual de 2.500 francos suizos (2.522 dólares) para los adultos y de 325 francos suizos (609 dólares) para los menores de edad.
Si la propuesta hubiera sido aprobada, el Gobierno habría tenido que pagar a los ciudadanos 208 millones de francos al año. Un tercio de la suma habría sido asignado en el presupuesto, lo que habría requerrido recortes en las prestaciones sociales. Los otros dos tercios se habrían obtenido mediante el aumento de los impuestos.
Pros y contras
Ni el Gobierno suizo ni casi ningún partido político han apoyado la propuesta. Los críticos atacan la iniciativa tachándola de "sueño marxista". "Si se paga a la gente por no hacer nada, no hará nada", sostiene Charles Wyplosz, profesor de economía en el Instituto Universitario de Ginebra.
Por su parte, los partidarios de la iniciativa señalan que el trabajo del siglo XXI es cada vez más automatizado, tanto en fábricas, como en comercio las finanzas y contabilidad, donde no se necesitan salarios. "Queremos hacerles libres", sostiene Che Wagner, miembro del grupo de la campaña Renta Básica de Suiza.
Sin embargo, la idea de una renta básica goza cada vez de una mayor popularidad en el mundo. Pese a las críticas, EE.UU., Canadá y algunos países africanos estudiaron en algún momento la posibilidad de introducir este ingreso garantizado. Actualmente, la iniciativa se discute en Finlandia y en los Países Bajos, que tienen previsto ponerla en práctica de forma experimental en varias ciudades.
La idea de la renta básica universal fue concebida por el filósofo americano Thomas Paine que en el panfleto político 'Justicia Agraria', de 1797, afirmó que la producción nacional pertenece a todos los ciudadanos del país, lo que significa que cada uno tiene derecho a una parte de la renta nacional total.