Los refugiados que intenten cruzar el Mediterráneo para llegar a las costas europeas tienen que volver a casa o ser instalados en una isla, opina el ministro de Asuntos Exteriores de Austria, Sebastian Kurz. Según el político, la angustia que sufren los refugiados no debe convertirse en "un billete a Europa" para los inmigrantes.
En una entrevista con el diario 'Die Presse', el ministro señaló que Europa debe adoptar una postura más dura respecto a los refugiados, que "deben ser devueltos inmediatamente". En lo que se refiere a los futuros inmigrantes, una de las opciones que propone Kurz es un acuerdo con el Gobierno de Libia para que los refugiados no salgan de la costa de este país y por lo tanto no lleguen a Europa.
Sin embargo, "si este tipo de cooperación no es posible, entonces habrá que alojar y atender a las personas en un centro de asilo, probablemente en una isla. Allí hay que organizar su regreso y el apoyo financiero", sostuvo.
"La UE debe indicar claramente que quienes intenten llegar a Europa ilegalmente perderán su derecho de asilo. En segundo lugar, hay que asegurarse de que el rescate de una situación de peligro no implique un billete a Europa Central", sostuvo. De acuerdo con Kurz, "la adopción de un sinnúmero de refugiados sería un duro desafío para muchos países, no solo para Europa del Este".