El Ministerio de Defensa ruso planea dotar a sus fuerzas especiales con una nueva arma superligera y compacta del tamaño de la AK-74 pero superior en velocidad de disparo y precisión. Estas características permitirían a las fuerzas especiales mayor versatilidad durante misiones en paracaídas, operaciones urbanas y de montaña. Próximamente se podrán a disposición del fabricante los requisitos técnicos y tácticos para iniciar su producción, señaló un representante del ministerio para el diario 'Izvestia'.
Esta nueva arma deberá reemplazar a las actuales ametralladoras voluminosas y pesadas tipo Pecheneg
Aunque aún no se conoce le fecha en que estará listo el armamento, se sabe que utilizará municiones de calibre 7,62 mm para las zonas montañosas y de 5,45 mm para llanuras y asentamientos. Asimismo, contará con cañones de diferentes longitudes que permitirán atacar objetivos a corta y larga distancia. Entre otras novedades, dispondrá de una "palanca táctica" en la parte delantera para obtener la máxima preción sin requerir un punto de apoyo o bípode y estará equipado con una culata plegable ajustable.
"Esta nueva arma deberá reemplazar a las actuales ametralladoras voluminosas y pesadas tipo Pecheneg usadas por agentes de los servicios secretos, las Fuerzas Especiales y fusileros de montaña", subrayó el ministerio.
En los últimos años, el Gobierno ruso ha venido invirtiendo en el desarrollo de nuevos modelos de ametralladoras ultraligeras. A finales de 2015 fue presentada la nueva gama de rifles adaptables de asalto AK-400 de una longitud de 940 milímetros y un peso que rondará los 3 kilos, que serán producidas por el fabricante ruso de armas Kaláshnikov.