El presidente sirio, Bashar al Assad, ha declarado en la sesión de apertura del Parlamento sirio que el alto el fuego en el país devastado por la guerra ayudó a detener el derramamiento de sangre y a "conseguir una serie de victorias militares, incluyendo la liberación de la antigua ciudad de Palmira", informa TASS.
"Las conversaciones de paz sobre Siria no han comenzado"
El mandatario sirio ha denunciado que las negociaciones sobre un arreglo pacífico del conflicto sirio en Ginebra en realidad "aún no han comenzado" porque la oposición está respaldada por terceros, y ha apuntado que hasta la fecha Damasco "no ha recibido una respuesta al documento presentado en los mismos principios del proceso de negociación".
Además, el líder sirio ha expresado su agradecimiento a Rusia, Irán y China por su ayuda en la lucha contra el terrorismo, haciendo hincapié en que estos países apoyan el derecho de las personas a decidir sobre el destino de su nación y ha afirmado que "nuestra guerra contra el terrorismo" continuará hasta que este deje de actuar.
"Los países que apoyan el terrorismo querían destruir la Constitución siria"
Assad apunta que los países que apoyan el terrorismo querían eliminar el fundamento de Siria, su Constitución, con el objetivo de dividir al país en función de las confesiones religiosas.
"El plan era atacar la Constitución y reemplazarla por un régimen basado en la división confesional. Un régimen de este tipo convierte a los ciudadanos en enemigos y competidores que buscan aliados", ha declarado el mandatario.