El ambiente de protestas del sector estudiantil en Chile se aviva y nuevamente los jóvenes han tomado las calles de la capital, Santiago, como espacio de expresión para exigir condiciones idóneas para una educación pública de calidad y alejada del sentido de lucro que hoy presenta.
Bajo las consignas "Chile se cansó" y "A cambiar la mala educación", las principales organizaciones de estudiantes de Chile —la Confech, la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces)— encabezan el llamado a la movilización, reporta Telesur.
Las principales causas que movilizan nuevamente a los estudiantes chilenos son acabar con el sistema de lucro y endeudamiento al cual se someten miles de familias que buscan completar la educación de sus hijos. Además, no solo los estudiantes tienen diferencias con las políticas de Estado. Alrededor de 11 universidades han anunciado su adhesión a la protesta convocada por los estudiantes y han detenido su actividad.
La movilización de este jueves se suma a la lista de acciones emprendidas nuevamente por las organizaciones estudiantiles de Chile en las últimas semanas, que inclusive han llegado a varias instituciones gubernamentales, con la intención de presionar para que la propuesta inicial del Gobierno se cumpla y se lleve a cabo la anunciada reforma educativa.
Las exigencias de los estudiantes chilenos no son nuevas y buscan consolidar en el país, entre otras cosas, el carácter gratuito de la enseñanza, tema espinoso y que no ha contado aún con la total anuencia del Gobierno de Chile, aunque fue parte de las promesas de la presidenta Michelle Bachelet al llegar por segunda ocasión al Palacio de la Moneda.
Dejar de ver la educación como un bien de consumo y considerarlo como un derecho social garantizado es, en resumen, el pedido de la masa estudiantil.
"Educación pública, gratuita y de calidad" es el principal motor que impulsa a los estudiantes en Chile, que una vez más cambian las aulas por las calles para exigir un cambio para todos los jóvenes del país. El portal de 'El Universal' detalla el enojo de los estudiantes al salir a las calles.
¿Qué moviliza de nuevo a los estudiantes chilenos?
La cuestión de las reformas necesarias para lograr una educación gratuita en Chile no es nueva. Desde 2011 se desarrollan protestas estudiantiles en pro de la mejora en la educación superior y su gratuidad. Encabezando este movimiento de jóvenes se encontraba una cara entonces poco conocida, Camila Vallejo, hoy diputada por el Partido Comunista ante el Congreso de la Nación.
La organización de ese movimiento estudiantil chileno, que conmocionó al país entero, logró visibilizar un asunto poco tocado a nivel mediático pero que representa unas de las carencias del sistema en Chile: la educación.
Los estudiantes movilizados salieron a las calles a pedir inicialmente mejoras en el sistema pero esta petición llegó al punto de exigir el fin de la "mercantilización" de la educación. Sus exigencias no encontraron eco en los cuatro años del mandato de Sebastián Piñera, que se oponía a esta reivindicación.
La educación superior en Chile está prácticamente privatizada. Para poder acceder a esta fase de la enseñanza, una familia media chilena debe pedir préstamos bancarios para pagar las altas matriculas, en ocasiones superiores a los mil dólares.
Lo que dice el Gobierno
Desde 2014, cuando retornaba oficialmente a la presidencia de su país, Michelle Bachelet se comprometió a llevar a cabo una gran reforma en el sistema educativo de Chile que incluiría la gratuidad de la educación superior, principal demanda de los estudiantes.
Durante su primer mensaje anual a la nación en 2015, la presidenta prometió que para 2016 el sistema de educación en Chile sería gratuito, pese al fallo del Tribunal Constitucional, que objetó el proyecto inicial por considerarlo "discriminatorio". Más allá de los alegatos jurídicos, es un clamor popular que cada día más se incrementa en un país con visibles desigualdades sociales.
Tras intensos debates dentro del Gobierno, la Administración de Bachelet aprobó en septiembre de 2015 una reforma tributaria con la cual buscaba financiamiento extra para llevar a cabo los aspectos del proyecto educativo, que en opinión de las organizaciones estudiantiles no garantiza plenamente la gratuidad de la educación e incumple parte de las promesas hechas al respecto.
Bachelet ha explicado que "la reforma educativa requiere de tiempo para su implementación", a la vez que recordó que su discusión debe pasar por el Congreso de la Nación antes de su potencial implementación.
Un dato a resaltar: las normas del funcionamiento del sistema de educación en Chile son las mismas que se establecieron durante la dictadura de Augusto Pinochet y son claramente rechazadas por la comunidad estudiantil.