La crisis migratoria y económica, junto con la ola de atentados terroristas que han azotado a la Unión Europea, han puesto sobre la mesa la posibilidad de su posible desintegración. En este contexto, y a pocos días de la celebración en el Reino Unido del referéndum que podría significar su salida de la UE, Países Bajos se perfila como el próximo candidato a abandonar la unión en medio del creciente apoyo a los partidos nacionalistas, que demuestra que los países del continente buscan salir de la crisis por sí mismas.
A comienzos de abril, los resultados del referéndum en el que los neerlandeses debían decidir si eran favorables a la asociación entre la UE y Ucrania demostraron que la mayoría de los habitantes del país (un 61%) rechazaban la propuesta y manifestaban su descontento con el bloque. De acuerdo con 'The Guardian', la mayor preocupación de la UE no es el aumento de los refugiados en Alemania o los actos terroristas en Francia o Bélgica, sino que Países Bajos, antaño "sinónimo de tolerancia y libertad", podría pronto dejar de merecer este calificativo. "Países Bajos fue un faro de políticas progresistas, pero ahora es tan solo un país traumatizado, enojado y profundamente confundido", señala la publicación.
¿Victoria de las ideas derechistas?
Una de las razones de peso por las cuales el país se perfila como candidato a abandonar la UE es la creciente influencia del derechista Partido por la Libertad (PPV, por sus siglas en Holandés). En marzo de 2017 Países Bajos celebrará elecciones parlamentarias, y las encuestas muestran una victoria sin precedentes del PPV, cuyo líder, Geert Wilders, ha sido comparado con el precandidato a la presidencia de EE.UU. Donald Trump por sus ideas populistas e islamófobas. Al respecto 'The Washington Post' señala que Wilders se ha aprovechado de la crisis de los refugiados, por ejemplo denunciando que los refugiados eran responsables de violaciones, con el fin de apuntalar sus advertencias respecto al islam.
Una sociedad enojada y confundida
Otro factor que ha influido en el euroescepticismo de los neerlandeses ha sido la "marca indeleble" que han dejado varios asesinatos y matanzas en los últimos 15 años, que incluyen la muerte del líder de derecha Pim Fortuym en 2002, el atentado contra la Reina Beatriz en el 2009 —en el que murieron ocho personas—, el primer tiroteo masivo que sufrió el país —en el centro comercial Ridderhof, cerca de Ámsterdam, en 2009— y la catástrofe del MH17 en Ucrania, en la que murieron 193 neerlandeses.
Países Bajos se inclina considerablemente hacia el nacionalismo y la población expresa cada vez más temor hacia los terroristas y los migrantes de Oriente Medio, hasta el punto que se ha establecido vigilancia en las escuelas judías y las sinagogas por miedo a los radicales islamistas locales. Si antes los neerlandeses creían en que era posible integrar a los extranjeros, ahora el optimismo y la confianza de su sociedad, famosa por sus ideas progresistas, se han perdido.