Era de esperar que después de que la sangrienta masacre de Orlando estremeciera a EE.UU. este domingo, dejando un saldo de al menos 50 muertos y la misma cantidad de heridos, la situación con la venta libre de armas de fuego en el país sufriera cambios drásticos inmediatamente. No obstante, como suele pasar en EE.UU., cualquier gran tiroteo es un buen negocio para los vendedores de armas.
De acuerdo con la estadística, las ventas de armas de fuego "para autodefensa" se multiplicaron en el país en varias veces, teniendo en cuenta que para su adquisición legal solo se deben tener más de 18 años, carecer de antecedentes penales o de enfermedad mental y violencia doméstica, informa el portal 'Quartz'. Y una de las compras más populares entre los estadounidenses es el rifle de asalto AR-15 utilizado por los autores de las matanzas de la escuela primaria Sandy Hook en Newtown (Connecticut, julio del 2012), del cine Aurora (Colorado, diciembre del 2012), y la de San Bernardino (diciembre del 2015).
Así, por tan solo 500 dólares cualquier estadounidense que cumple con esos laxos requisitos puede convertirse en propietario de una máquina de matar utilizada por el Ejército de EE.UU. en combates en Irak y Afganistán. El AR-15 alcanza blancos a una distancia de 550 metros y dispone de un cargador con 30 balas, que en modo automático se disparan en menos de un minuto.
Según la cadena CNN, se estima que ya se han vendido 1,5 millones de ejemplares del AR-15, protagonista del sangriento tiroteo de Orlando, en los últimos cinco años. Y ahora la venta de armas de fuego está siendo activamente impulsada en el mercado estadounidense. Así el fabricante Nova Firearms ha publicado en su página web: "Compre ahora antes de que Obama y Feinstein acaben con nuestros derechos".