La Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas fue aprobada este miércoles en el marco de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) realizada en Santo Domingo, República Dominicana. El texto había comenzado a trabajarse en la cumbre de Washington de 1999.
Con fuerte inspiración en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la OEA avala una serie de derechos y potestades de los pueblos originarios de América.
Los principales puntos de la declaración
Según reseña la propia web del organismo se destacan el reconocimiento a la "organización colectiva y el carácter pluricultural y multilingüe de los pueblos originarios"; "La auto-identificación de las personas que se consideran indígenas" (actualmente se estima que ascienden a 50 millones en todo el continente); y "una protección especial a los pueblos en aislamiento voluntario o en contacto inicial -como algunos pueblos amazónicos-", este es un elemento que distingue esta declaración de otras iniciativas en la materia.
Es importante que se reconozca que, antes de tomar medidas administrativas o legislativas, se debe hacer una consulta para saber la opinión de los pueblos que sean susceptibles de ser afectados
También se señala la importancia de la igualdad de género: "las mujeres indígenas tienen derechos colectivos indispensables para su existencia, bienestar y desarrollo integral como pueblos". Por otra parte los Estados están obligados a reconocer "plenamente su personalidad jurídica", respetando las formas de organización y "promoviendo el ejercicio pleno de los derechos contenidos en la Declaración".
Un punto importante, que fue destacado por los presentes en la asamblea, tiene que ver con garantizar el "derecho a las tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han poseído, ocupado o utilizado o adquirido". Y sobre estos se deberá permitir "la autonomía o al autogobierno en cuestiones relacionadas con asuntos internos"
Finalmente plantea que la OEA tiene como prioridad la voluntad de "avanzar en la promoción y protección efectiva de los derechos de los pueblos indígenas".
Una deuda histórica
Héctor Huertas, abogado y líder indígena panameño del pueblo Guna, participó de la primera reunión de 1999 y también da de este miércoles en Santo Domingo. Al dirigirse a la asamblea sostuvo que este es "un hecho histórico y el cumplimiento de una deuda moral que tiene la OEA con los pueblos indígenas".
Para el líder indígena panameño la Declaración también "realiza cambios profundos dentro de los Estados, que permiten realmente una verdadera democracia y la participación de los indígenas dentro de cada uno". Y destacó como algo importante que se reconozca "el derecho a la libre-determinación, a las tierras, los recursos y sobre todo al consentimiento previo, libre e informado".
Expresiones similares tuvo Adelfo Regino Montes, otro abogado y líder indígena representante del pueblo Mixe de Oaxaca, México. "Es importante que se reconozca que, antes de tomar medidas administrativas o legislativas, se debe hacer una consulta para saber la opinión de los pueblos que sean susceptibles de ser afectados", dijo y recordó que "lamentablemente en el pasado nuestros pueblos han sufrido la imposición de proyectos".
Por su parte, el canciller de Bolivia, David Choquehuanca, apuntó: "Es importante defender los derechos humanos de todos, pero también de los colectivos, como los pueblos indígenas, por eso celebramos esta declaración".