Este 26 de junio se inauguró la ampliación del Canal de Panamá, una de las principales vías interoceánicas del comercio internacional, tras haber funcionado ininterrumpidamente durante más de un siglo desde su puesta en funcionamiento. Los mayores cambios los han experimentado las esclusas, tanto las del lado atlántico como las del pacífico.
Se trata de dos nuevos complejos de instalaciones hidráulicas que sustituirán las antiguas tres esclusas y que costaron cerca de 3.118 millones de dólares a la empresa operadora del canal. Según Associated Press, el costo total de la ampliación llega a 5.250 millones de dólares y el resultado es impresionante.
Las nuevas esclusas miden 55 metros de ancho y tienen una profundidad de 18,3 metros. Permitirán la navegación a toda clase de buques de hasta 366 metros de eslora y 49 metros de manga y con un calado máximo de 15,2 metros. Para las embarcaciones de carga seca eso supone una capacidad máxima de entre 13.000 y 14.000 contenedores.
86 años de control estadounidense
Los primeros proyectos para construir un canal artificial en el istmo de Panamá se propusieron ya en el siglo XIX. Destacan entren ellos los desarrollados por los ingenieros alemanes y franceses. Estos últimos incluso llegaron a iniciar, en los años 1880, la fase de trabajos preparatorios para la construcción de la infraestructura. Sin embargo, los europeos no avanzaron mucho en la excavación debido a los problemas económicos y a la alta mortalidad entre los obreros a causa de la malaria y otras enfermedades.
Después de la separación de Panamá de Colombia en 1903, las autoridades y empresarios de Estados Unidos se hicieron cargo de las obras e invirtieron cerca de 375 millones de dólares en la construcción; aprovechando los trabajos de los franceses, desarrollaron su propia vía interoceánica a partir del proyecto galo.
La navegación del primer barco a través del Canal de Panamá, en agosto de 1914, prácticamente coincidió con el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Desde entonces, los estadounidenses controlaron el canal hasta el 31 de diciembre de 1999, fecha en que se cedió la gestión de la infraestructura a las autoridades panameñas según lo establecido en un tratado bilateral firmado el 7 de septiembre de 1977 por el entonces presidente de EE.UU., Jimmy Carter, y el jefe de Gobierno de Panamá, Omar Torrijos.
Beneficios para Panamá
La administración independiente del canal entre los años 1999 y 2015 le supuso a Panamá unos ingresos de casi 10.000 millones de dólares, cinco veces más de los que se generaron en los 85 años de control estadounidense. Durante ese periodo un promedio de entre 35 y 40 embarcaciones transitaron a diario por el canal.
En plena reconstrucción, durante el año fiscal 2015, el Canal de Panamá posibilitó el transporte de casi 341 millones de toneladas de cargamentos. Los ingresos de su gestión alcanzaron los 2.610 millones de dólares estadounidenses. Y eso a pesar de que, durante las obras, parte de los clientes habituales, como las navieras Maersk y Evergreen, tuvieron que redirigir sus barcos más grandes al Canal de Suez, que casi dobló su capacidad de tránsito tras una ampliación en 2015.
Una breve visión del futuro próximo
La ampliación del canal ofrecerá nuevas oportunidades para el comercio internacional y permitirá a Panamá elevar su capacidad competitiva como centro logístico, cree el presidente Juan Carlos Varela. El administrador del canal, Jorge Luis Quijano, señaló que uno de los negocios más prometedores es el transporte de gas natural licuado. Según lo citó el periódico 'Expansión', para el año 2020 transitarán por el canal aproximadamente 25 millones de toneladas métricas de este combustible.
La primera embarcación en cruzar la renovada vía interoceánica tras su inauguración oficial ha sido el carguero Cosco Shipping Panama, con capacidad para transportar hasta 9.500 contenedores. Un barco multiuso llamado Oceanus y perteneciente a la propia autoridad del canal probó en los días previos el nuevo juego de esclusas tras zarpar desde el lago Gatún con dirección a la costa caribeña.
La apertura de las compuertas del #CanalAmpliado cuentan con un nuevo y distinto sistema, se deslizan hacia dentro. pic.twitter.com/bO4Dj79cVN— Canal de Panamá (@canaldepanama) June 26, 2016
A partir de este momento la autoridad del canal contará durante varios años con el monopolio sobre el tránsito de buques entre los océanos Atlántico y Pacífico por una vía corta y segura. Cuando la ampliación ya estaba en marcha, empezaron en Nicaragua las obras de construcción de su propia vía interoceánica, que promete competir con el Canal de Panamá. Está previsto que los trabajos de esa vía alternativa finalicen en 2019 y el Gran Canal de Nicaragua entre en servicio en 2020.