La compañía estadounidense Lockheed Martin debía entregar el avión F-35 en 2006. Sin embargo, las demoras se sucedieron, por lo que el cuerpo de Marines debió recurrir a viejas aeronaves que estaban abandonadas en el 'cementerio de aviones' de Arizona.
Se trata de los cazas F/A-18 Hornet, que ya están en manos de la empresa Boeing, encargada de sacarles el óxido y prepararlos para que vuelvan a estar en servicio.
"Por el momento, no tenemos suficientes Hornets para el combate, la instrucción de vuelo y el entrenamiento diario", explicó la portavoz del Cuerpo de Marines, Sarah Burns.
Por su parte, el analista de Stratfor, Omar Lamrani, explicó que la cúpula militar de EE.UU. "cometió un error al no adquirir los F/A-18E/F Super Hornet, pero solo por las demoras y las complicaciones en la producción de los F-35", publicó el portal Fox News.
Además, detalló que, entre las desventajas de utilizar aviones antiguos está su costo de remodelación y su escasa rentabilidad.
Esta no es la primera vez que los marines recurren a las aeronaves del 'cementerio', ya que durante la guerra en Irak recuperaron varios helicópteros para enfrentar el déficit de una flota en crisis por el uso intensivo y por los accidentes.