Glenna Duram, una ciudadana de Michigan (EE.UU.), está acusada de haber asesinado a su marido Martin Duram, y el fiscal del proceso está considerando recurrir a Bud, un loro gris africano de 19 años, como testigo clave, informa 'The Huffington Post'.
La mujer fue acusada el pasado jueves en relación al hecho que tuvo lugar en 2015. Su marido falleció tras recibir cinco disparos mientras que ella recibió una herida en la cabeza, y al principio la Policía pensó que el asesino fue un intruso que ingresó a la casa. Sin embargo, algunas evidencias halladas en el domicilio como un arma de fuego o supuestas notas suicidas escritas en su nombre convirtieron a Glenna en objeto de investigación.
Christine Keller, exesposa de Martin, asegura que el loro del fallecido fue testigo de la tragedia. Tras heredar el ave, escuchó en numerosas ocasiones al ave afirmando "¡no dispares!" acompañado de una palabrota ("Don't fucking shoot") lo que, según cree, fueron las últimas palabras de Martin.
Es poco probable que el loro sea empleado como testigo, pero en caso de que se demuestre que el pájaro nunca lo había dicho antes del asesinato, el video con Bud podría utilizarse como una prueba en el juicio, publica el medio.