A pesar del mayor compromiso de EE.UU. con la región, los países del Sudeste Asiático están siendo "cada vez más evasivos" y "no se acercan demasiado" a Washington, constata Hunter Marston, analista y experto en asuntos de esta región del mundo en 'The Diplomat'.
Marston recuerda que este mes Washington envió dos portaaviones al mar de Filipinas "en una clara demostración de fuerza". Además, EE.UU. y Filipinas acordaron recientemente la ubicación de cinco bases que albergarán tropas de rotación estadounidenses. Por otro lado, el presidente estadounidense, Barack Obama, aprovechó su viaje a Vietnam del mes pasado para anunciar el levantamiento total del embargo de armas a este país comunista, allanando así el camino para una mayor cooperación en defensa entre ambas naciones.
Los líderes del Sudeste Asiático están preocupados por una posible estrategia de contención de EE.UU. en contra de China
Según el experto, los analistas en Washington "se apresuran a percibir en el Sudeste Asiático un fuerte deseo de unirse a EE.UU. para resistir la asertividad de China". Sin embargo, mientras EE.UU. intensifica su presencia en la región, los Estados del Sudeste Asiático están "eludiendo una coalición sencilla con Washington", explica.
En otras palabras, a pesar del consenso existente en Washington acerca de que la actividad de Pekín "está empujando a la región hacia EE.UU.", los países del Sudeste Asiático entienden que China tiene la "proximidad, el poder y la historia", explica el autor citando a Satu Limaye, director del Centro de estudios East–West Center en Washington.
No alterar el equilibrio de poder en el Pacífico
Por su parte, Nick Bisley, profesor de relaciones internacionales en la Univeridad La Trobe en Melbourne (Australia), explica que, aunque es verdad que muchos países en la región están desarrollando o fortaleciendo lazos con Washington, las naciones del Sudeste Asiático no quieren elegir entre China o EE.UU. y no se van a arriesgar creando "alianzas visibles de seguridad con Washington" para no provocar a Pekín.
Además, según subraya Marston, "los líderes del Sudeste Asiático están preocupados por una posible estrategia de contención de EE.UU. en contra de China", ya que sienten que "alteraría el equilibrio de poder" en el Pacífico.
Por otro lado, muchos países de la zona "temen que los intereses de EE.UU. en Asia no sobrevivan a la Administración de Obama", preocupación que se ven reforzada con la retórica de campaña electoral en Estados Unidos, sostiene el autor del artículo, recordando que el candidato republicano, Donald Trump, ya ha cuestionado la necesidad de destinar "los dólares de los contribuyentes estadounidenses" a la seguridad de los aliados como Japón y Corea.
Sea como fuere, la realidad es que los países de la región "no se van a arriesgar poniéndose abiertamente del lado estadounidense en la gran competición entre China y EE.UU.", concluye Marston.
Tensiones en Asia Oriental
Desde hace décadas, China se disputa con varios países de la región aliados de EE.UU. la soberanía de diversos territorios de la zona, sobre todo las islas Paracelso, las islas Spratly y el arrecife Scarborough. En el contencioso están involucrados, de una u otra forma, Vietnam, Brunéi, Malasia y Filipinas.
Los estadounidenses también participan en el conflicto debido a que apoyan de manera abierta a Filipinas y Vietnam. Además, urgen a Japón a armarse para contrarrestar el creciente poder chino, si bien Tokio abandonó sus pretensiones territoriales en el mar de la China Meridional en 1945 y, en estos momentos, solo le disputan lugares en el mar de la China Oriental.