El hecho de que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan se haya disculpado ante el líder ruso Vladímir Putin por el derribo del avión militar podría traducirse en un cambio de postura de Ankara hacia Siria, publica 'Financial Times'.
Turquía está buscando "estrechar sus objetivos en Siria", afirma Aaron Stein, del laboratorio de ideas estadounidense Atlantic Council. Ankara apoya a los rebeldes sirios que luchan contra el Ejército gubernamental sirio. Sin embargo, ahora podría fijar como prioridad luchar contra sus rivales kurdos y debilitar al Estado Islámico. En cuanto a estos dos objetivos, el país "contaría con el apoyo ruso a cambio de que Ankara dé marcha atrás en su demanda de cambio de régimen en Siria", sostiene.
Turquía se centraría más en la lucha contra el terrorismo que en el apoyo a los rebeldes sirios debido a varios atentados en los que el país se vio extremadamente vulnerable ante los yihadistas. Se trata sobre todo del último atentado suicida que tuvo lugar en el aeropuerto internacional de Estambul, que se cobró la vida de 43 personas. Las autoridades turcas se lo atribuyen al EI.
"Habrá compensaciones y concesiones en torno a los kurdos y los rebeldes [...] Sin embargo, los turcos no van a renunciar a [apoyar] a la oposición [siria] por completo, no es de su interés estratégico", sostuvo Ezzedine al-Salameh, líder de un grupo rebelde sirio.
"Ankara se siente aislada a nivel internacional en un momento en que está luchando contra una insurgencia kurda doméstica y el EI", publica el periódico. El hecho de que Turquía "pueda suavizar su postura hacia Siria" potencialmente es un paso crucial para cambiar el curso de la guerra civil en Siria, concluye.