Huérfano de Irak: "Quitaron a un Hussein y trajeron a muchos más"
Durante la guerra de Irak, cuando Alí Ismael Abbas tenía 12 años, un misil de Estados Unidos cayó sobre su casa, quemó el 60 % de su cuerpo y mató a 16 miembros de su familia. En ese ataque, el joven también perdió ambos brazos.
Fotografiado en un hospital iraquí, 'el pequeño Alí' se convirtió en un símbolo de las víctimas de la invasión de ese país liderada por EE.UU. y el Reino Unido. Ahora tiene 25 años, es ciudadano británico y ha sido una de muchas personas que esperaban el informe Chilcot sobre la guerra en Irak, publicado este miércoles.
"Mi país ha desaparecido"
En una entrevista que ha concedido a 'The Independent', Alí Ismael Abbas confiesa que aún está "enfadado" porque "he perdido mis brazos, a mis padres y a mi hermano", culpa de "lo que está sucediendo con mi país" a los exmandatarios Tony Blair y George W. Bush, que "no deberían haber comenzado la guerra", y asegura que le gustaría preguntar al británico "si se arrepiente de lo que ha hecho".
Abbas explica que, aunque Saddam Hussein "no le gustaba" porque "era un dictador", probablemente "ahora la situación sea peor": "Quitaron a un Saddam Hussein y nos dieron a muchos otros asesinos" que están matando a "muchas personas" y "no conozco a nadie que no haya perdido a algún miembro de su familia".
Además, este joven denuncia que "ahora Irak es muy corrupto" y concluye que su país "ha desaparecido" porque "está destruido".
"¿Por qué no volvéis a vuestro país?" El indignante incidente con un guardia fronterizo
Gracias al dinero donado por ciudadanos británicos, Alí pudo viajar al Reino Unido para recibir tratamiento. En 2010 obtuvo la nacionalidad británica y ahora siente que ese lugar es "su casa". Sin embargo, cuenta que, recientemente, un funcionario casi "le hizo llorar" cuando cuestionó su derecho a vivir en el país.
El pasado 18 de abril, Alí volvía de un viaje a Bélgica junto con su amigo Ahmed Hamza, que también es de origen iraquí y ha crecido en el Reino Unido después de perder una pierna y una mano en un ataque de la coalición. Estas dos personas fueron detenidos por un guardia de seguridad fronteriza en una estación de tren de Londres porque "eran los únicos que no parecían británicos".
Abbas explica que "no me dio ocasión de decir nada. Tomó nuestros pasaportes británicos y dijo '¿Por qué no os volvéis a vuestro país? ¿Por qué vivís aquí?'" y, cuando le relató su historia, el oficial le contestó que "es una decisión del Gobierno británico, pero no estoy contento con ella", una respuesta que asombró y entristeció a Alí.
"Siempre piensan en los musulmanes cuando hablan del EI"
Con todo, Abbas insiste en que la gran mayoría de los británicos "son muy buena gente" y han sido muy amables con él, aunque señala que la situación "ha cambiado en el último par de años a causa de lo que escuchan sobre el Estado Islámico": "Siempre piensan en musulmanes cuando hablan del EI", cuando "el 99 % de sus víctimas" profesan esa fe, con lo cual "no tienen nada que ver con mi religión".
Este miércoles, y tras varios aplazamientos, en el Reino Unido se ha publicado el polémico informe sobre la legalidad de la guerra de Irak, elaborado por una comisión liderada por el diplomático John Chilcot. Entre otras conclusiones, ese colectivo ha declarado que "la acción militar" en Irak "no era la última opción" y que Saddam Hussein no representaba ninguna "amenaza inminente" en 2003.