Otro afroamericano ha sido asesinado por la Policía estadounidense. En esta ocasión la víctima fue Philando Castile, que murió en la ciudad de Falcon Heights (Minesota) en un nuevo episodio de la tensa relación entre las fuerzas de seguridad y las minorías en EE.UU., informa el periódico estadounidense 'The Washington Post'.
La novia de la víctima transmitió en directo vía Facebook el momento en que el policía mató a un conductor a tiros durante una detención en un barrio de Minneapolis.
En el vídeo, la novia de la víctima explica que Castile estaba buscando su cartera para mostrarle un documento identificativo al agente y que le avisó de que tenía un arma de fuego porque tenía licencia para tenerla, ante lo que el policía le ordenó llevarse las manos a la cabeza. Entonces, incomprensiblemente, según la versión de la novia del fallecido, el agente le disparó "cuatro o cinco veces".
El suceso tuvo lugar el mismo día en que el Gobierno de EE.UU. anunció investigar la muerte de Alton Sterling, un hombre negro de 37 años asesinado a manos de un agente el martes en Baton Rouge (Luisiana) después de un altercado con dos policías. Ese incidente fue grabado en vídeo y ha provocado numerosas protestas.
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Protestas
Por la madrugada del jueves se habían reunido docenas de personas en el lugar del tiroteo, algunas gritando con indignación, según las redes sociales en las que se multiplicaron los videos de la protesta.
Las protestas comenzaron cuando más de 200 personas se concentraron cerca del lugar donde Philando Castile fue muerto a tiros a manos de un policía. Sus convocantes aseguraban que se trataba de una protesta pacífica. Sin embargo, con el paso del tiempo comenzó a crecer en número de participantes hasta que una multitud se desplazó hasta la mansión del gobernador de Minnesota gritando y haciendo sonar las bocinas de los coches.
El gobernador de Minnesota, Mark Dayton, ha sido evacuado de su mansión ante una creciente multitud que se concentra en los alrededores de la misma.
Sterling y Castile se unen a una larga lista de afroamericanos que murieron en episodios confusos con la policía de los EE.UU. y que dispararon serios cuestionamientos sobre discriminación y violencia racial y provocaron numerosas protestas en el país.