Corea del Norte considera las sanciones impuestas por Estados Unidos a Kim Jong-un y otros dirigentes y activistas del gobernante Partido del Trabajo una "declaración de guerra" y un "acto hostil sin precedentes". Así lo ha declarado el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado difundido por la agencia KCNA en respuesta a la 'lista negra' de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE.UU, que cita 'Japan Today'.
Según el comunicado, la inclusión del líder supremo del país en esa lista desafía "la más alta dignidad" de los norcoreanos. Refiriéndose a los derechos humanos como la causa de las nuevas restricciones, los funcionarios estadounidenses mienten y en realidad están llenos de "miedo y pánico" ante el "rápido desarrollo de las fuerzas de disuasión nuclear de largo alcance" en Corea del Norte, explica el servicio diplomático.
Este "pésimo comportamiento vergonzoso", advierte el comunicado, "no se perdona". Por eso Pionyang adoptará "fuertes contramedidas".
El Departamento del Tesoro anunció las medidas punitivas contra Kim Jong-un y diez altos funcionarios del Gobierno por "infligir una crueldad intolerable a millones de ciudadanos, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, trabajos forzosos y torturas". En la 'lista negra' de Washington figuran también 5 personas jurídicas y 7 ciudadanos particulares, sancionados por su activismo dentro del Partido del Trabajo.
Corea del Norte ya está bajo sanciones de la ONU con motivo de las pruebas nucleares y de misiles balísticos, que ponen en peligro la no proliferación de armas de destrucción masiva.