Desastroso y alarmante: así puede ser catalogado el más reciente balance que hace la asociación internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre la situación del ejercicio del periodismo en América Latina, en la cual, en los primeros seis meses del año 2016 se han reportado 21 muertes de periodistas.
Mediante un comunicado de prensa, reseñado por Télam, la organización detalló las cifras de profesionales del periodismo caídos en el ejercicio de su oficio y señaló, que en gran medida, estas muertes se deben a "la falta de mecanismos de protección o por las deficiencias de estos".
También resalta RSF que la violencia hacia los periodistas en América Latina, está muy ligada al grado de corrupción e impunidad que existe en la mayoría de los países de la región.
En el registro semestral de RSF, México y Guatemala encabezan la lista de naciones con mayor peligro para ejercer la profesión y en específico, registran la mayor cantidad de asesinatos de periodistas. Entre los dos países suman 14 decesos.
Les siguen en la lista Honduras (3), Brasil (2), El Salvador (1) y Venezuela (1).
¿Una profesión o una región peligrosa?
Aunque técnicamente no existen guerras en el continente, América Latina es para muchos especialistas, una región con altos índices de violencia y componentes armados que, con sus particularidades, agravan el asunto.
En países como México, Guatemala, Honduras y El Salvador, existe el fenómeno del narcotráfico y las bandas organizadas en pandillas, comúnmente llamadas 'maras', elementos criminales a analizar al momento de hablar de índices delictivos y asesinatos.
En Venezuela, el único asesinato reflejado es el del comunicador social Ricardo Durán, fallecido a manos de desconocidos a principios de año y que luego de investigaciones adelantadas por el Ministerio Público y el Ministerio del Interior de Venezuela, se ha informado que el móvil habría sido el sicariato con posibles tintes políticos.
Durán, un firme periodista de izquierda y figura visible del proceso revolucionario en Venezuela, era muy crítico con las acciones contra el Estado, emprendidas desde la derecha política.