EE.UU. enviará 560 soldados adicionales de infantería a Irak en un despliegue táctico que busca reforzar la lucha contra el Estado Islámico y la reconquista de la ciudad de Mosul, bajo el control de los yihadistas desde junio de 2014, anunció este lunes el secretario de Defensa estadounidense Ashton B. Carter, informa 'The New York Times'.
Este nuevo despliegue de tropas hará aumentar el número de fuerzas estadounidenses en territorio iraquí hasta los 4.647 soldados. La mayoría de estos nuevos refuerzos se ubicarán en un aeródromo conocido como Qaiyara Airfield West, situado a unos 64 kilómetros al sur de Mosul. Este es considerado fundamental para el éxito de la operación militar puesto que EE.UU. lo puede emplear como zona de estacionamiento y abastecimiento logístico para sus tropas y las iraquíes mientras dure la campaña de reconquista de la ciudad.
Hoy Mosul es la única gran ciudad iraquí que el Gobierno no controla. A pesar de haber evitado que el Estado Islámico avanzase y conquistase nuevos territorios desde mayo de 2015, la Administración de Obama considera que el Ejército iraquí no se ve capaz de frenar a los terroristas con sus ataques y atentados, como los perpetrados recientemente en la capital, Bagdad, que dejaron cientos de muertos.
Por su parte, el secretario de prensa estadounidenses, Josh Earnest, enfatizó este lunes que el presidente Barack Obama tiene claro "cuál es la misión y cuál no lo es" en Irak. "Este es un esfuerzo para reforzar nuestro apoyo a las fuerzas iraquíes, las cuales están haciendo grandes progresos en expulsar al Estado Islámico fuera de importantes zonas estratégicas importantes del país", añadió.
Este nuevo despliegue se produce dos años después de que Obama asegurase que EE.UU. ayudaría a Bagdad a reclamar su territorio tomado por los terroristas, aunque este esfuerzo "no involucraría a las tropas de combate estadounidenses luchando en terreno extranjero", cita 'The New York Times'. Desde entonces, el número de tropas norteamericanas ha aumentado exponencialmente, lo que les hace tener cada vez más autoridad. El saldo provisional desde la decisión del presidente de involucrarse en la lucha contra los yihadistas es de tres militares muertos.